Huyen del socialismo

Decenas de miles de familias huyen del socialismo. No tienen qué comer. Solo hambre y miedo. Escapan de la violencia, miseria y muerte. En caravanas de a pie invaden al país de sus sueños (el sueño americano) con esperanzas para sus familias. Buscan trabajo, salud, bienestar, un mejor nivel de vida. Dignidad. Y libertad. EE. UU. es la tierra prometida contra la pobreza, inseguridad, corrupción, impunidad, falta de oportunidades y persecución por pensar diferente.

Corren el riesgo de ser asaltados o asesinados por pandillas y traficantes de drogas, infiltrados en la caravana. “La gente no abandona sus pueblos por gusto, lo hace por necesidad”, dijo López Obrador, presidente de México. Víctimas de dirigentes de la izquierda (mafia de coyotes) que los extorsionan y lucran para vivir con más lujos que los de la derecha.

La izquierda “turistea” en EE. UU., donde compran e invierten los recursos de los robos y desfalcos realizados cuando son gobierno.

No hay gobernante de izquierda que sea pobre. “La izquierda bien vestida jamás será vencida”, es su lema. Nunca han producido. Las redes sociales dicen que un especulador financiero multimillonario (George Soros, enemigo de EE.UU. y del Estado de derecho e impulsor de los derrotados por Trump), financia la gigantesca caravana de 70 km diarios. ¿Comer, dormir, evacuar alimentos y agua? George W. Bush creó el programa Cero tolerancia y con Obama cruelmente persiguieron a los inmigrantes. Ahora se lo imputan a Trump. “Progresistas” (¿?).

Maduro y Evo, con cínica audacia, le echan la culpa al capitalismo y piden a Trump que abra la frontera a miles de inmigrantes ilegales. Si el socialismo fuese bueno, ¿por qué la caravana no va a Cuba, Bolivia, Venezuela, Haití, El Salvador, Costa Rica, Honduras, Nicaragua, Guatemala, Ecuador, cuyos gobiernos aún despotrican contra “el imperio”? ¿Y por qué no progresan? Porque son tiranos, enemigos de la democracia. Y ladrones. Brasil, Colombia, Chile, Paraguay y Perú, derrumban al socialismo.