El 18 de mayo, el entonces presidente electo, Lenín Moreno, conversó con los integrantes de la Asociación de Bancos del Ecuador (Asobanca), en Quito.

Hay fallas al fijar tasas para los microcreditos

El ofrecimiento no llegó a oídos sordos. El sector privado sigue sumando pedidos al presidente Lenín Moreno. Los empresarios confían en que la anunciada política de puertas abiertas tenga buenos resultados.

El ofrecimiento no llegó a oídos sordos. El sector privado sigue sumando pedidos al presidente Lenín Moreno. Los empresarios confían en que la anunciada política de puertas abiertas tenga buenos resultados. Los banqueros, por ejemplo, esperan cambios para atender las necesidades de sus usuarios actuales y de sus potenciales clientes.

Las microfinanzas son un terreno con más pendientes que logros, según el sector financiero. Por eso, desde abril cinco bancos especializados fundaron la Asociación de Instituciones de Microfinanzas (Asomif) y, a la par, redactaron una agenda que llegará hasta el presidente Moreno.

Los bancos unidos comparten los pedidos de la Asociación de Bancos del Ecuador (Asobanca) -en la administración del dinero electrónico lejos del Banco Central, por ejemplo- pero tienen solicitudes más detalladas. La fijación de tasas de interés con parámetros técnicos es una muestra.

Fidel Durán, presidente de la Asomif, asegura que el mercado puede regular las tasas de interés de los créditos, sin embargo, no está opuesto a que el porcentaje se dicte desde el Banco Central. Lo que cuestiona, explicó ayer en un encuentro con medios de comunicación, en Quito, es que la tarifa se fije sin un estudio que involucre a los afectados.

Un microcrédito puede llegar a tener una tasa de hasta el 30,5 %. La cifra, sin juzgar si es alta o baja, resulta antitécnica si carece de una explicación real, sustentó Durán.

En esa misma rama, aclaró, es fundamental que el Central y las autoridades de la Junta de Regulación Monetaria y Financiera segmenten mejor los tipos de crédito. Actualmente, el Central tiene tres divisiones para fijar las tasas para microcréditos. Los representantes de la Asomif dicen que ese número podría ser mayor dependiendo del destino del dinero entregado a la ciudadanía.

Fidel Durán, que también es titular del Banco Solidario, cree que las fallas en la segmentación y en la fijación de tasas de interés ha provocado que la bancarización no se amplíe. Es decir, no ha permitido que más personas accedan a créditos y a otros servicios financieros.

Otra limitante para cumplir ese objetivo fue, asegura la asociación, que las normas de regulación sean desiguales para las entidades que atienden a los clientes que están en la categoría de las microfinanzas.

Según Patricio Chanabá, director ejecutivo de la asociación, las cooperativas de ahorro y crédito se rigen por normas menos exigentes que los bancos de microfinanzas. Lo ideal, aseguró, es que los dos grupos se midan con la misma vara.

Ante la problemática, y la falta de respuesta del Gobierno del expresidente Rafael Correa, las instituciones de microfinanzas desarrollaron un plan de cinco puntos que, según sus cálculos, provocará que un millón de ecuatorianos ingresen al sistema financiero en cuatro años.

¿Qué contiene el plan? La fijación de una estrategia nacional de inclusión financiera, la modernización del marco regulatorio, una ampliación en la oferta de productos y servicios, robustecimiento del marco institucional de control y la definición de un plan de educación financiera.