El grillete en un “revolucionario”

Cuando el inoficioso y además costoso grillete electrónico es llevado por un antirrevolucionario (caso Kléver Jiménez) y el aparato envía alertas, de inmediato la autoridad cumple los protocolos, y el “infractor” es regresado a su ámbito.

En el risible caso de Fernando Alvarado, ante las más de cien alertas de su dispositivo, los “inspectores” morenistas se hicieron los ciegos, sordos y mudos. ¿En los 17 meses de gestión de Moreno, su deteriorada e ineficaz “cirugía mayor contra la corrupción” ha recuperado un solo centavo de lo atracado por sus “examigos”? Complicidad es la única respuesta que cabe, y es aparente la división entre correístas y morenistas.

Fabián Chacón Cobo