
Fiesta de la Fruta y de las Flores, empañada por el caos de carnaval
El uso de carioca y agua está prohibido, pero se ignora esta norma
Ambato se enorgullece de su Fiesta de la Fruta y de las Flores (FFF), una celebración que nació del dolor, pero floreció como un homenaje a la resiliencia de la ciudad tras el devastador terremoto de 1949. Sin embargo, lo que debería ser una muestra de cultura y tradición se ha visto empañado por el descontrol del juego de Carnaval, una práctica que, pese a estar prohibida por ordenanza desde 1999, cada año cobra más fuerza.
Este 2025, en la edición 74 de la FFF, no fue la excepción. Luego de los desfiles de la Confraternidad y la Ronda Nocturna, una marea de personas desató el caos: agua, carioca, anilina, harina e incluso huevos volaron por el centro de la ciudad, sin respetar a quienes no querían participar en este “juego”.
Ni la presencia de policías, militares, agentes de control ni de los llamados Guardianes del Patrimonio fue suficiente para frenar los excesos.
Una normativa que no se aplica
La Ordenanza Municipal es clara: en Ambato está prohibido jugar Carnaval con espumante, agua o cualquier otro producto similar. Se considera una falta que debe sancionarse y también estipula la creación de los “Guardianes del Patrimonio Cultural”, quienes deberían ser promotores ciudadanos de la esencia de la fiesta. No obstante, su presencia no ha logrado hacer cumplir la normativa.
Para la gestora cultural Carla Villacís, la falta de control y educación sobre la FFF es evidente. “No se respeta la decisión de no ser partícipe del juego. La gente te lanza espuma o agua sin preguntar. Esto demuestra que no hay una verdadera promoción de lo que representa esta festividad”, manifestó.
El docente Luis Ortiz, de 65 años, lamentó que las nuevas generaciones estén perdiendo el verdadero significado de la fiesta. “Ambato celebra su historia, su resurgir. Esto no es un carnaval cualquiera, aquí las flores y las frutas son el símbolo de nuestra identidad. Pero cada vez se respeta menos”, expresó.
A pesar de que la ordenanza prevé sanciones, este año no se registraron detenciones ni multas. Según el documento, los infractores deberían ser trasladados a un centro de detención provisional y quedar a órdenes de los jueces de contravenciones. Sin embargo, en la práctica, la normativa no se hace cumplir.
Otro problema recurrente es la ocupación del espacio público. Durante los eventos principales, las calles Cevallos, Francisco Flor y Bolívar se convirtieron en un mercado improvisado. Comerciantes informales se adueñaron de los espacios, alquilando sillas para el desfile sin ningún tipo de regulación. YIE
¿Quieres revisar más información de calidad? INGRESA AQUÍ