El líder revolucionario, vistiendo el clásico verde olivo, durante uno de tantos eventos.

Fidel, un lider que vivio entre amores y odios

Fidel Castro, el padre de la Revolución Cubana y uno de los protagonistas del siglo XX, murió a los 90 años, anunció su hermano, el presidente Raúl Castro, poco antes de la medianoche del viernes.

Fidel Castro, el padre de la Revolución Cubana y uno de los protagonistas del siglo XX, murió a los 90 años, anunció su hermano, el presidente Raúl Castro, poco antes de la medianoche del viernes.

Figura legendaria del siglo XX, Fidel se proyectó al mundo desde la pequeña isla de Cuba, donde ejerció un poder absoluto, que debió ceder a su hermano Raúl en 2006, ante una grave enfermedad intestinal.

En febrero de 2008 renunció a la presidencia y en abril de 2011 a la jefatura del gobernante Partido Comunista (único).

Su enfermedad y delegación del mando abrieron una nueva etapa en la historia cubana, con perspectivas de cambios económicos, aunque no políticos, bajo el gobierno de Raúl Castro. Este se esmeró en reformar el ineficiente y agotado modelo socialista de corte soviético, instaurado tras el triunfo de la revolución, el 1 de enero de 1959.

En el ocaso de su vida, Fidel alcanzó a ver lo que parecía imposible: el fin de la enemistad con Estados Unidos, su principal adversario por medio siglo, fruto de un histórico acercamiento iniciado por Raúl y el presidente Barack Obama y anunciado al mundo en 2014.

Ambos países reanudaron relaciones en julio de 2015, cerrando el último capítulo de la Guerra Fría en América.

Obama justificó el drástico cambio de política hacia Cuba afirmando que los intentos de aislar a Cuba habían terminado por aislar a EE. UU. en el continente y pidió al Congreso que elimine el embargo a la isla.

Fidel llegó a ser el más antiguo gobernante en ejercicio en el mundo y bajo su régimen nació el 70 por ciento de los 11 millones de cubanos, que desde 2006 se habituaron paulatinamente a su eclipse del poder.

Hombre del eterno desafío a Washington, que instauró un régimen comunista a 150 km de las costas de Estados Unidos, el líder cubano despertó amores y odios: considerado por unos como símbolo de la soberanía y dignidad latinoamericanas, de solidaridad y justicia social; y por otros, como un dictador megalómano y cruel.

Sus críticos le achacan haber forjado un sistema totalitario de partido único, represor de toda disidencia y con un rotundo fracaso económico; pero sus admiradores destacan que elevó los índices de salud de Cuba al nivel de los del primer mundo, desarrolló la educación, la cultura y el deporte.

De las armas a las urnas

Último de los protagonistas de la Guerra Fría y en particular de su momento más candente (la crisis desatada por la instalación de los cohetes soviéticos con ojivas nucleares en Cuba en 1962), Fidel lideró un movimiento insurgente de alcance continental en Latinoamérica, donde cientos de miles tomaron las armas inspirados en la Revolución Cubana para enfrentar regímenes de derecha o dictaduras.

La muerte lo sorprendió en momentos en que sus ambiciones geopolíticas en América Latina, que no pudo realizar por las armas, fueron conseguidas paradójicamente a través de elecciones democráticas. Gobiernos de izquierda amigos de Cuba están en funciones en Venezuela, Bolivia, Chile, Ecuador, Uruguay, Nicaragua, El Salvador e islas del Caribe.

Su sueño de una revolución en la vecina Venezuela, a cuyas guerrillas apoyó con armas en la década de 1960, se realizó con creces con la llegada al poder de Hugo Chávez en 1999, cuya ayuda con crudo y dinero le permitió sobrevivir al derrumbe soviético. Pero la muerte de Chávez en marzo de 2013 significó un golpe para Cuba y levantó dudas sobre la continuidad de la ayuda. Esto convenció a Raúl de la idea de buscar un deshielo con Washington, según los analistas.

Simplemente fidel

De emblemática barba y uniforme verde olivo, el ‘Comandante en Jefe’, llamado simplemente Fidel por los cubanos, fue un líder de personalidad aplastante, omnipresente y de discursos maratónicos.

Convaleciente, irrumpió en marzo de 2007 como autor de la columna ‘Reflexiones del Compañero Fidel’, de las que publicó más de 400 en la prensa, con arremetidas contra Washington y alertas sobre los peligros que enfrenta el planeta.

Visto en los primeros años de enfermedad solo en fotos y vídeos, en traje deportivo, Fidel se recuperó y reapareció en público en julio de 2010 en algunos encuentros académicos sobre temas internacionales.

Se lo vio en público por última vez el 13 de agosto de 2015, el día que cumplió 89 años, cuando se reunió con dos presidentes aliados, el venezolano Nicolás Maduro y el boliviano Evo Morales, que habían llegado a La Habana a saludarlo.

Nacido el 13 de agosto de 1926 en la aldea de Birán (oriente), hijo de un inmigrante gallego devenido terrateniente y una cubana humilde, llegó al poder el 1 de enero de 1959 al derrocar a la dictadura de Fulgencio Batista, tras 25 meses de lucha guerrillera en la Sierra Maestra.

Enfrentó a once presidentes de Estados Unidos, a la invasión de Bahía de Cochinos organizada por la CIA en 1961, a la crisis de los misiles de 1962, al embargo impuesto por Washington casi desde el inicio de la revolución, a la caída del muro de Berlín y a la desintegración de la Unión Soviética, que había sido el sostén económico, ideológico y militar de la isla por tres décadas.

Bajo su gobierno, más de un millón y medio de cubanos abandonaron la isla por razones políticas y económicas, radicándose principalmente en Miami, desde donde feroces anticastristas organizaron o apoyaron planes de asesinato en su contra, a veces en complicidad con la CIA.

Fidel Castro, a quien tantos y tantas veces dieron por muerto, tuvo ocho hijos y una larga vida entre amores y odios, entre amigos y detractores.

Exitos y caídas

- Gestor

Castro buscó impulsar con el fusil la revolución fuera de Cuba, pero recién en los últimos años y a través de elecciones vio triunfar a la izquierda de América Latina, pero al morir ya varios de sus aliados habían dejado el poder.

- Con 3 papas

Fidel se reunió con tres papas. En 1998 recibió en La Habana a Juan Pablo II. Después, en marzo de 2012, a Benedicto XVI. Y en diciembre de 2015 se reunió con el actual sumo pontífice, Francisco, con quien intercambió libros y algunos regalos.

- Tropiezo y cae

El 20 de octubre de 2004 la salud de Castro preocupó a sus seguidores luego de tropezar y caer durante un discurso que dio en el mausoleo del ‘Che’ Guevara, en Santa Clara. Se fracturó una rodilla y el brazo derecho.

Artículo

‘Los disparates de Castro’

“Me quito el nombre”, exclamaba Fidel Castro en 1970 cuando alguien tímidamente se atrevía a esbozar la posibilidad de que no se lograrían los 10 millones de toneladas de azúcar. No se lo quitó y los 10 millones no fueron. Quién lo recordó ayer fue Miguel Cossío, gerente general de America TV Network, en un artículo publicado por El Nuevo Herald de Miami.

Titulado como ‘Los grandes disparates de Fidel Castro’, el artículo añade que “así ocurrió con todos sus proyectos económicos y visiones futuristas: de metas imposibles a catástrofes permanentes”.

Para Cossío, el “viraje retórico” de Castro era otra de las expresiones de su carácter autoritario y sus aspiraciones colosales. “Creía que podía cambiar el mundo a su voluntad, y que si algo no cumplía sus deseos había que destruirlo”.

Según Cossío, los “disparates del comandante” incluyeron experimentos de nombres “tan esotéricos” como el café con chícharo, el tomate hidropónico, el plátano microjet y la morcilla de vaca viva.

Cossío no olvidó citar la carretera de 8 vías cuya ruta Castro trazó con un plumón rojo sobre un mapa. “Todos esos proyectos resolverían los problemas nacionales y al final, como presumió en 1962, Cuba tendría ‘un nivel de vida superior al de los EE. UU.’, mientras tanto implantó la libreta de racionamiento”.

Aliados históricos

Su relación con Rusia fue cercana y tirante

La muerte de Fidel Castro rescata del recuerdo la relación cercana pero también tirante de la isla caribeña con la Unión Soviética.

El presidente ruso Vladímir Putin rindió homenaje a Fidel Castro, que había hecho de Cuba un aliado estratégico para Moscú, como el “símbolo de una era” y un “amigo sincero y fiable de Rusia”.

Tras el triunfo de la revolución, en 1959, los lazos entre ambas naciones empezaron con el intercambio de azúcar cubana por petróleo ruso. En 1962, la presencia de ojivas nucleares soviéticas en Cuba, que era aliada de los rusos, hizo temer el inicio de la III Guerra Mundial, pero la Unión Soviética retiró sus misiles.

La alianza siguió su curso hasta que llegó el enfriamiento, que se agravó con el fin de la URSS en el año 1991.