Fatima Gavica edifica y disena su hogar

Pone a la disciplina y el amor como base, a sus hijos como pilar y la oración como cubierta. La arquitecta y diseñadora de interiores conversó sobre su rol de madre y abuela.

El plano de su vida cambió al ser mamá a los 19 años. Michell (23), Antoine (21) y Samir Saman (19) la transformaron y lo siguen haciendo, pero ahora a este equipo de constructores de afectos se suman sus nietos, Zaid Saman (3) y Nickolas Beary (año y medio), quienes le dicen ‘Tata mama’ o ‘Mami Tati’.

Su mayor empresa es su familia, en la cual invierte tiempo, amor, detalles, diálogo. Confiesa que la disciplina que recibió de niña la implementa en casa, es más hasta principios de su profesión aplica, como el ‘menos es más’. Menos caprichos es más formación. Se describe como no consentidora, que les da lo que necesitan, no lo que se les antoja. Tampoco es solapadora de errores, si sus hijos o nietos los cometen, los exhorta y disciplina.

“La corrección es parte del amor, hasta la Biblia lo dice, en una mano la justicia y en otra el amor, hay que tener ambos. El amor no tapa malacrianzas, es dar lo mejor y eso tiene que ver con los correctivos. Soy chocha, pero mi herencia es la disciplina. Todos pasamos por la edad en la que no soportamos a los padres porque constantemente están llamándonos la atención, pero con el tiempo se reconoce y hasta se agradece, me pasó como hija y madre”.

Menos reuniones de trabajo es más tiempo con sus hijos. Cree en el tiempo de calidad y cuando está con ellos desaparece el celular. Desde hace unos 12 años decidió dejarlos y recogerlos en el colegio para pasar más tiempo con ellos. No bastó, por lo que estableció la tradición de almorzar juntos, todos los días. “Valoro a mis clientes, pero no hay factura que me pague lo que recibo cuando me siento con ellos en la mesa, mi mejor reunión. Logré identificar que me enfocaba demasiado en trabajar para que no les faltara nada, pero necesitaban a su mamá. Gracias a Dios lo corregí”. Hoy están grandes, tienen sus propias familias y ocupaciones, pero una vez a la semana se reúnen y mantienen la costumbre sembrada por su madre.

Doble atención

Siempre brinda a la familia sus oídos. Le encanta conversar con cada uno. Considera que como en toda relación hay que enamorarlos, por eso les regala flores o tiene ciertos detalles, no espera Navidad o su cumpleaños para entregarlos. “Damos por sentado ese amor y olvidamos alimentarlo, hay que reafirmarles que siempre estarás a su lado, abrir más el corazón”.

No levanta murallas, las derriba

Eso hace en su trabajo y en su día a día. No le gustan las paredes que separen ni dividan. Se reconoce reservada y precisamente esa cualidad le permite escuchar al otro, observarlo, disfrutarlo. Eso no solo lo hace con su familia, es con todos y les enseña a sus hijos. “Es como cuando entras a una casa, quieres ver lo que hay dentro, descubrirla”.

La oración, su cobertura

Es su techo o barrera protectora indispensable. “No hay noche en la que no me acueste sin pedirle a Dios que donde estén mis hijos los bendiga y proteja. Literal he terminado de orar y Él los ha librado de accidentes y robos. Tú dices gracias Señor, y les hago ver eso, que hay que pedir con fe y convicción. Soy de las que se relaciona con el Creador con actos. No se trata de profesarlo, a Él se lo debe manifestar con hechos”.

Accesorio favorito: el portarretrato

Si tuviera que escoger un elemento decorativo, sin dudarlo menciona al portarretrato, pues a través de él puede ver las etapas de sus hijos, la niñez y adolescencia. Es más estos le piden que actualice las imágenes porque el paso del tiempo se ha colado en las fotos (han perdido su color y la humedad no ha ayudado). Pese a que ella se interesa por lo estético, en ese sentido le da prioridad al significado y el verdadero valor. Es que sabe diferenciar entre construir una casa y levantar un hogar, siendo experta en ambas.

Ellos la ‘retratan’

La unidad entre ellos es tal que responden lo mismo no con palabras exactas, pero sí en esencia, no están aleccionados, su relación es cercana. Michelle (madre de Nicko) la describe como su mejor amiga y maestra en la vida y profesión, pues estudia su carrera y han laborado juntas en varios proyectos. Dice que Fátima es estricta y detallista, que se parecen en lo creativa, que alcanzan metas y en lo empáticas, saben leer a las personas.

Antoine (padre de Zaid) y Samir aseguran que no para de darles lecciones de vida, de animarlos a luchar, a trabajar en equipo. El primero dice que es optimista y perseverante como ella y Samir que es paciente, de buen trato al prójimo.

Personal

- Tiene 43 años.

- Estudió Diseño de Interiores en Eurodiseño y Arquitectura en la UEES.

- Fundó FG Design Studio, su firma de arquitectura y diseño interior, en 2004.

- Practica yoga, toca piano, dibuja y pinta.