F-IESS-ta irresponsable

La seguridad social es la protección ofrecida a sus afiliados, que es financiada mediante la acumulación de sus aportes recurrentes, que luego deben retribuirse en servicios en diversas áreas como salud, préstamos, pago de pensiones, entre otras prestaciones.

Nosotros, los trabajadores del Ecuador, mediante los descuentos mensuales de nuestros ingresos, generamos el torrente continuo de liquidez para esta institución.

La situación actual del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social es calamitosa y ha entrado en un déficit preocupante; en buen romance, sus ingresos no son suficientes para atender todos sus egresos. Esta situación se deteriora aún más debido a que cada año hay nuevos jubilados que no tienen el respaldo financiero necesario para su atención. Ante esta situación, las autoridades del IESS han deslizado la intención de extender la edad jubilar de los afiliados, como una de las medidas para lograr balancear su maltrecha situación económica.

En términos financieros fríos suena lógica esta pretensión, sin embargo, no estamos hablando de una simple decisión financiera; lo que aquí está en juego es la angustia de las personas que, por su edad, consideran comprometida la posibilidad de gozar de su jubilación mientras tienen la energía para hacerlo.

La fiesta incontrolable y la incorrecta utilización de fondos de la seguridad social durante la década perdida profundizó aún más esta crisis económica.

Los fondos del IESS deben blindarse, no pueden seguir metiéndole la mano y utilizar sus recursos como bien les parezca según la necesidad de turno. Estos fondos deben reservarse para fomentar el bienestar de todos los afiliados.

El Gobierno debe transparentar e informar a la nación la real situación financiera de esta institución y de esa manera saber a qué atenernos y con qué medidas contamos para rescatarla.

La última medida a tomar debe ser la que afecte a los afiliados que jugaron con unas reglas y que no admitirán cambios repentinos sobre factores tan trascendentales como el que hemos mencionado. El tema no es económico, es social.