Cuidados. El uso de productos preventivos ayuda a mejorar el cultivo de tomate.

Se enfria el sector agricola

La producción se reduce por las bajas temperaturas y los días nublados. La calidad de las frutas desmejora.

Los días nublados y fríos son grandes enemigos del sector agrícola y ahora, más, las variaciones diarias de temperaturas. Las consecuencias: bajan la producción y la calidad. Es así que, si prueba una sandía o un melón y están simples, no se sorprenda, es culpa de la falta de sol, ya que las frutas reducen sustancialmente el grado brix (dulzura).

En la caña generan menor grado de sacarosa y en las frutas el frío daña la floración.

El clima ideal de un cultivo depende de algunos factores, pero la mayoría de frutas requieren temperaturas promedio mayores a 21ºC, con una óptima de 35º y 10 horas de luz por día.

Banano: Un 30 % menos de cosecha

Nada pueden hacer los bananeros contra el clima. Los 17 grados de temperatura a los que se suele llegar en la provincia de El Oro y otras zonas bananeras afecta, según el dirigente Jorge Toapanta Vera, en un 30 % la productividad. Y no solo eso: en lugar de cosechar el racimo a las 11 semanas, hay que esperar a las 14 semanas, caso contrario la fruta se madura antes de llegar a los mercados de destino. El calibre del guineo también baja.

$ 53 millones perderían mensualmente los bananeros.

Poco que hacer en el cacao

El peor daño en las casi 600.000 hectáreas de cacao que existen en Ecuador es la caída de la flor y la pasmazón de las mazorcas, enfatiza el ingeniero Wilson Montoya, que asesora a una empresa europea. Las pérdidas potenciales por la falta de luminosidad son del 40 y hasta el 50 %. Eso para los productores de la variedad CCN-51 implica 20 quintales menos por hectárea y ante lo cual es poco lo que se puede hacer. Montoya recomienda reducir el follaje.

$ 1.400 es lo que llega a perder un cacaotero por hectárea.

Más plagas en hortalizas

Un inusual ataque de enfermedades y plagas está afectando al tomate y otras hortalizas. El experto Manuel Donoso explica a Diario EXPRESO que se están presentando plagas prematuramente, por lo que es necesario usar productos preventivos amigables con el ambiente. Los días nublados y las bajas temperaturas bajan la producción entre un 15 y 25 %.

$ 4.000 es lo que pierden algunos tomateros por hectárea.

El maíz se queda chico

Hay tres efectos del clima actual en los cultivos de maíz amarillo, que se cultiva en la Costa. La reducción del tamaño de la mazorca, enanismo en las plantas, ataque se insectos trozadores y virus, manifiesta Moisés Grijalva, que recorre el país trabajando para Ecuaquímica.

20 - 25 % se contrae la producción de maíz amarillo.

Hongo, enemigo del tabaco

El principal problema del tabaco, aún antes del trasplante, es la presencia de hongos en los semilleros. Los tabacaleros, que son pequeños productores de entre una y tres hectáreas, se quejan del problema. Este mes recién comenzaron a sembrar, lo que les retrasará la cosecha de las hojas que se usan para la producción de cigarrillos para la venta interna y para la exportación como materia prima.

Baja el sabor de las frutas

Frutas como el melón, la sandía, el mango y otras no solo se afectan por la caída de la floración, sino por la disminución de la calidad. Los días nublados desfavorecen la concentración de azúcares y el frío provoca una caída rápida de las flores del cultivo de importancia económica como el mango.

RECOMENDACIÓN

Pensar en el clima antes de sembrar es lo importante

Muchas veces los productores de arroz culpan del vaneamiento de la espiga a otros factores (plagas y enfermedades), pero pocas veces a un factor determinante: el clima, en este caso la luminosidad.

Por ejemplo, las horas luz o luminosidad (la penetración directa de los rayos del sol a la planta) debe ser de entre 8 y 10, pero para esta época de verano, cuando las nubes limitan esa penetración sobre las plantas, el último tercio de la espiga se ve afectado, es decir, no se llena de almidón.

Hoy, esa luminosidad, dependiendo de la zona, está entre 8 y 6 “horas luz”, lo que evita el normal desarrollo de la planta. Eso se da más durante el verano, pues en invierno el sol “sale más temprano”, explica el ingeniero y catedrático Manuel Donoso.

Pero para el caso del arroz, hay avances tecnológicos. Una tesis determina que el uso de ácidos giwerélicos, una hormona natural extraída de las mismas plantas, ayudan al llenado del grano en el último tercio de la espiga de arroz.

Por eso, es importante que antes de sembrar, se piense en qué fechas hacerlo. Expertos recomiendan hacer solo dos cosechas de arroz, dependiendo de la zona. Una durante el invierno y otra para los cuatro o cinco meses finales de verano.

Con eso se logra mejores rendimientos, hacerlo desde el inicio del verano puede reducir la producción a la mitad, como ya sucede.