Un panorama complejo y que requiere tomar acciones inmediatas. Este 23 de abril de 2021 se presentó un informe sobre el sistema de pensiones de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM), que fue elaborado por expertos del Banco Mundial, con información del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS).  

El sistema de pensiones del IVM requiere cambios urgentes, según el análisis. En términos generales, actualmente existe un déficit creciente que es cubierto con reservas y transferencias fiscales. Incluso, si el Gobierno transfiriera el 40 % de su aporte, no se alcanza a cubrir el déficit.  

Si el Gobierno no pudiese transferir al IESS más de 1.000 millones de dólares por año (en efectivo), las reservas líquidas de IVM se agotarían en menos de dos años. Eso quiere decir que el IESS puede tener serios problemas para afrontar el pago de pensiones entre el próximo año y 2023, aseguró Augusto de la Torre, execonomista Jefe para el Banco Mundial, quien fue parte del equipo que elaboró el estudio.

El déficit comenzó a ahondarse desde 2014 y actualmente llega a 1.895 millones de dólares. Se prevé que en 2025 supere los 2.700 millones de dólares. 

La composición del fondo IVM, que sumaba 7.200 millones de dólares hasta abril de 2020, hace que pueda tener problemas de liquidez en los dos próximos años. El 52 % corresponde a créditos hipotecarios, 23 % a bonos del gobierno, los cuales pueden estar sobrevalorados y para hacerse líquidos inmediatamente deberán sufrir grandes descuentos.   

Según el estudio, el déficit del IVM es insostenible porque ofrece muchos beneficios de jubilación que son mucho mayores al fondo que se acumular con los aportes. A eso se suma que el sistema es cada vez más incompatible con el envejecimiento poblacional y el aumento de expectativa de vida en los ecuatorianos. La situación, si no se revisa el sistema, inevitablemente requerirá mayores impuestos o reducción de gastos prioritarios, como educación, salud, asistencia social, infraestructura, etc.  

“La combinación de baja tasa de aportación, alta tasa de reemplazo y alta pensión máxima conforma un cóctel explosivo”, dice el estudio, 

En promedio, un trabajador de ingreso medio aporta al IVM solo el 20 % de las pensiones que recibirá cuando se jubile. “Un trabajador recibe cinco veces más de lo que aporta”, dijo de la Torre. Para que el sistema sea sostenible se requieren siete aportantes por cada jubilado y actualmente hay cinco y para 2040 serán tres. 

Comparados con otras economías, el aporte, tanto de trabajadores como empresarios, es bajo, según el análisis. Del otro lado, es el más alto en cuanto a beneficios. 

Finalmente, otra de las observaciones que realiza el análisis es que el mayor subsidio que actualmente hace el sistema de pensiones es a las personas de mayores ingresos y solo cubre a un tercio de la fuerza laboral.    

El ministro de Economía y Finanzas, Mauricio Pozo, aseguró que el informe se entregará al próximo Gobierno y que se presentarán algunas propuestas para solucionar el problema.