Es el tercer ministro de Agricultura que tendrá el país durante los 11 meses que lleva el actual Gobierno. Bernardo Manzano Díaz será posesionado hoy como el nuevo secretario de esta cartera    de Estado que acumula varios pendientes en temas de gestión. Uno de los principales, y el más urgente, es el apaciguar la crisis que vive el sector bananero.

A este último sector,    lo conoce muy bien. Manzano, graduado de la Escuela de Agricultura Zamorano de Honduras, trabajó durante más de dos décadas para la Corporación Noboa,    un consorcio de propiedad del empresario bananero Álvaro Noboa. No obstante, su cargo más notable dentro de este grupo de empresas fue desempeñarse como gerente de la emblemática Hacienda La Clementina, la misma que fue embargada    a Noboa en el 2013 como pago de    deudas tributarias, para luego pasar a manos de los trabajadores.

Su llegada genera expectativa de cambio entre varios frentes productivos, incluyendo el bananero que, tras el cambio de mando, espera saber en qué    quedarán los acuerdos firmados con el anterior ministro, Pedro Álava. Edder Carrión, un bananero independiente de El Oro, que fue parte del comité de diálogo que se entabló con el anterior ministro, dijo que espera que la gestión del nuevo secretario inicie por hacer respetar lo más básico: el precio oficial de la fruta. Si bien la ley lo establece en $ 6,25, en el mercado, dijo, se sigue pagando hasta $ 1,90 por caja, un valor que para nada llega a cubrir los costos de producción que tiene el sector. Lo que él espera, dice, es que se vele por el bienestar de los productores y no solo de los exportadores.

Rafael Guerrero, director de la Cámara de Agricultura de la II Zona,    dice conocer la trayectoria y la buena gestión que ha tenido Manzano, pero aclara “que una cosa es estar en el sector privado y otra en el sector público”. Y, si bien, el banano es lo urgente, en la agenda del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) deben resolverse otros pendientes. Guerrero habla de las políticas por implementar en el sector arrocero, el maicero o el cañicultor.

Si se habla de solucionar problemas del agro en general, dice, se deben impulsar medidas que amortigüen  graves problemas como los altos costos de producción, uno de ellos es la urea cuyo valor ha venido triplicándose en los últimos meses. Una alternativa, dice, es que el Estado importe directamente el producto para evitar su encarecimiento en la intermediación.