Durante ocho horas, el parque Samanes se convirtió en la sede de una fiesta en la que la salud y la vida fueron las principales invitadas. Junto al patio de comidas se establecieron carpas de donación de sangre y stands de información sobre temas como la importancia del agua, la alimentación y la prevención de enfermedades, uno de ellos ofrecía toma de presión y exámenes gratuitos de glucemia.

Colectar 400 pintas de sangre. Esa era la meta propuesta para ayer, en el evento de donación masiva que congregó a voluntarios de la Cruz Roja y los jóvenes adventistas.

Esta campaña, replicada en varios países alrededor del mundo, es parte del Día Mundial de la Juventud y tiene como objetivo combinar el servicio a la comunidad con la testificación cristiana, indicó la iglesia.

El Día Mundial de la Juventud ha incluido siempre este elemento de servicio. Este año se enfatizaron las donaciones de sangre. La campaña lleva como eslogan ‘Donar es salvar’. Para el efecto, en Guayaquil, 400 jóvenes participaron como donantes voluntarios e informando a la comunidad sobre la importancia de salvar vidas a través de la sangre.

Wilmer Sánchez, de 42 años, fue uno de los cientos de donantes. Él pertenece al club Conquistadores del Sur y ayer no perdió la oportunidad para, mientras donaba, hacerse selfies en compañía de los niños también integrantes del club, los “futuros voluntarios” y promotores de este tipo de eventos. KSG