Desarme nuclear verificable

Tras la cumbre entre Donald Trump y Kim Jong-un celebrada ayer 12 de junio, los expertos nucleares se preguntan si al comprometerse Kim a desmantelar su arsenal nuclear, ¿podrá el mundo comprobar que cumple sus promesas? Los aspectos técnicos de verificar el desguace de una ojiva nuclear son los mismos en todas partes. La Asociación Internacional para la Verificación del Desarme Nuclear (Ipndv) trabaja para mejorar el proceso de desmantelamiento de armas y su objetivo es resolver falencias en los procesos de supervisión y verificación de la eliminación de armas nucleares. Nuestro trabajo hasta ahora se centró en cuatro áreas principales. Primero, pese a que los acuerdos de control de armas estratégicas y los desarmes unilaterales existen hace décadas, la comunidad internacional todavía no tiene un método estandarizado para garantizar que un país que dice que se está desarmando no miente. Esto sigue siendo una falencia importante que se volverá todavía más contenciosa conforme la cantidad de armas disminuya y aumente la necesidad de mejores procesos de verificación. Segundo, el mundo requiere de un conjunto más diversificado de “verificadores” para crear confianza en el proceso de desarme. Tercero: con inventarios de armas nucleares que todavía son demasiado numerosos, un firme régimen de verificación puede ayudar a crear voluntad política para continuar la reducción. Cuantas menos armas haya, más importante será la verificación; y al acercarnos a cero, será absolutamente crucial. Finalmente, como en las futuras negociaciones de desarme los gobiernos harán sin duda demandas relativas a la verificación, poder dar respuestas convincentes, respaldadas por evidencia técnica firme, será esencial para disipar el temor a engaños. Desde la fundación de la Ipndv en diciembre de 2014, sus integrantes vienen explorando los aspectos técnicos más difíciles de la verificación del desguace de armas. Una cuestión clave que tratamos de resolver es la participación de los países que no tienen armas nucleares. Estamos desarrollando un sistema de “verificación a ciegas” mediante el cual países e inspectores que no puedan observar el desmantelamiento en forma directa tengan de todos modos garantías de que se lleva a cabo según los procedimientos acordados. Otros desafíos en cuya solución estamos trabajando incluyen el seguimiento permanente de armas reemplazadas o reacondicionadas y la eliminación de falencias en la etapa de documentación del desguace. Nuestro trabajo no se da en un vacío. Cada cinco años, cuando los firmantes del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP) se reúnen para revisar la efectividad del tratado, el avance en el desarme nuclear suele ser uno de los puntos débiles. Si bien las recomendaciones de la Ipndv nunca podrán sustituir a negociaciones que involucren a los Estados nucleares, creemos que pueden mejorar las perspectivas de alcanzar el objetivo de desnuclearización global del TNP. La enorme magnitud de la tarea no es excusa para la inacción. En algún momento los obstáculos políticos actuales cederán y la desnuclearización volverá a avanzar. Cuando eso suceda, el mundo debe estar listo y contar con soluciones técnicas que permitan garantizar la credibilidad de las promesas de los países.