Decir Chanfle, es decir Washington Munoz

En el argot popular ecuatoriano cuando se habla de chanfle, es hablar del excelente puntero del Barcelona, Washington Muñoz.

Sus goles con esta modalidad fueron innumerables. A Washington nadie le enseñó y la práctica lo llevó a perfeccionar la trayectoria de balón que, luego de recorrer y enfrentarse al aire, se podía convertir en gol.

Chanfle no copió nunca a Didi y su “hoja seca”. Terminados sus entrenamientos con Barcelona, se quedaba más de una hora con un par de balones de fútbol, practicando frente a la pared del ya desaparecido Reed Park.

Pintaba círculos en rojo que le servían de referencia para sus disparos. Una y otra vez perfeccionaba lo que más tarde sería su carta de identificación.

Washington era de poca estatura (1,70 metros), piernas cortas de gran musculatura, y calzaba en zapatos de fútbol el número 40. Todo parece indicar que su pie lograba impactar el balón en toda su extensión. No olvidemos que el balón de esa época era de cuero de vaca, y en su interior un “bleris”, al cual había que inflar y tener habilidad para dejarlo perfectamente redondo y listo para los juegos.

Washington le hizo un gol al Dínamo de Moscú, y el entrenador del equipo soviético pidió conocer al ejecutor del mismo y sobre todo examinar sus zapatos. Los vio, miró y se dio cuenta de que eran ‘Made in Ecuador’, con pupos fabricados con “sacabocados” y que no tenían ninguna magia que no sea la habilidad de Washington para ponerlo en las redes.

Famoso es su gol al portero Santoro del Independiente de Argentina, así como también el gol que en Barranquilla consiguió poner a Ecuador en un posible camino al Mundial del Inglaterra en 1966.

Con Washington Muñoz es muy fácil conversar y mantener una amistad de muchos años y una admiración por su gran trayectoria futbolística. Actualmente trabaja como entrenador de fútbol, pero aún hay mucha distancia para que alguien, como él, le pueda pegar con tanta efectividad al balón, pese a que ahora con el tipo de pelota que se utiliza los efectos y trayectorias son más vistosos y aplaudidos.

Washington sigue siendo un referente deportivo, que ojalá pueda ser imitado por muchos de nuestros aficionados en el fútbol profesional.