Agenda ajetreada y festiva. El presidente Rafael Correa se contagió con las fiestas por la fundación de Quito y bajó del balcón de Carondelet para bailar con sus simpatizantes.

Lo hizo luego del tradicional cambio de guardia, cuando la banda de música del Municipio capitalino empezó a tocar ‘El chulla quiteño’. Los ciudadanos le invitaron, junto con el vicepresidente Jorge Glas, para que se una a la celebración masiva.

Antes, Correa inauguró un centro médico de especialidades del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) en el sector de La Mariscal, en el norte de la ciudad.

Él contó que, además de 22 especialidades médicas que se podrán atender en esta casa de salud, se hará hemodiálisis a personas de escasos recursos que padezcan de insuficiencia renal. “Muchos aseveraron que el IESS iba a colapsar, pero seguimos teniendo las mayores aportaciones de la región”, dijo.

Hizo referencia a las elecciones de febrero y advirtió: “A estar muy atentos, queridos compañeros, nos quieren regresar al pasado y eso no lo vamos a permitir”.

En la agenda del mandatario también estaba programado recibir, a las 18:30, la visita del alcalde Mauricio Rodas quien, como es costumbre, debe invitar al presidente a la tradicional Serenata Quiteña, que estaba prevista para las 19:00.

El año pasado, ambas autoridades se llevaron una silbatina por parte de los asistentes a la Plaza Grande, por llegar con 20 minutos de retraso.  CRR