P articularmente en las noches algunos conductores llevan en vilo a las personas. La hora de llegada debería bastar para alertar a las compañías. Velocidad es igual a espacio sobre tiempo. No puede ser que de Manta a Quito un bus interprovincial haya tomado 7 horas para completar ese trayecto que toma casi 9 horas. ¿Qué tal cámaras para control en línea apuntando al rótulo electrónico donde algunos buses si exhiben el velocímetro, o un número de teléfono celular visible, en la cabina de arriba y abajo para los de dos pisos, para que pueda llamarse a un supervisor de turno de la empresa, y si es del caso a la ANT para que reconvenga ese momento a esa unidad para que reduzca la velocidad?

Eco. Diego Valdivieso Anda