Cita. El papa con Ahmed al Tayeb, el rector de Al-Azhar, ayer en El Cairo.

Condena a la violencia “en nombre de Dios”

El papa llamó ayer a los líderes musulmanes a unirse en la renuncia al extremismo religioso, en momentos en que militantes islamistas están atacando a antiguas comunidades cristianas en Oriente Medio.

El papa llamó ayer a los líderes musulmanes a unirse en la renuncia al extremismo religioso, en momentos en que militantes islamistas están atacando a antiguas comunidades cristianas en Oriente Medio.

La visita de dos días de Francisco, que apunta a mejorar los vínculos entre musulmanes y cristianos, tiene lugar tres semanas después de que atacantes suicidas de Estado Islámico (EI) mataron a al menos 45 personas en dos iglesias egipcias.

“Repitamos un ‘no’ fuerte y claro a toda forma de violencia, venganza y odio cometidos en nombre de la religión o en nombre de Dios”, dijo el sumo pontífice a una conferencia por la paz en Al-Azhar, la máxima institución islámica de Egipto.

“Juntos afirmemos la incompatibilidad entre la violencia y la fe, entre creer y odiar”, declaró en el milenario recinto musulmán suní.

Tras arribar en El Cairo, Francisco se reunió con el presidente egipcio, Abdel Fattah al Sisi, ante quien pidió respeto “incondicional” de los derechos humanos, y citó en particular “la libertad religiosa y de expresión”. Al-Sisi es acusado de haber instaurado un régimen ultrarrepresivo desde que destituyó en 2013 a su predecesor, el islamista Mohamed Mursi.

El pontífice insiste en que el diálogo cristiano-musulmán es la única forma de derrotar a militantes islamistas que han perseguido y expulsado a los cristianos desde sus comunidades de 2.000 años en Irak y Siria, y que ahora están atacándolos en Egipto.