
Los clientes, con apuros para pagar sus deudas
Hay un indicador que agita el tablero: la morosidad de la cartera de créditos de los bancos privados.
El rostro de ese indicador ha desmejorado, tal como lo revelan los balances de la Superintendencia de Bancos, donde se aprecia que todo tipo de clientes demoran más en pagar sus deudas: quienes deben por sus tarjetas de crédito, prestaron para sus pequeños negocios e incluso quienes deben por sus casas, aquel bien que se protege al máximo y paga a tiempo.
Sonia Zurita, coordinadora del MBA de la Escuela de Negocios Espae-Espol, cree que el deterioro de los créditos ha sido un efecto de lo que sucede con el mercado laboral. Hay familias cuyo jefe de hogar ha perdido el empleo o buena parte de sus ingresos, especialmente los variables, que son los que ganan trabajadores que reciben comisiones por sus ventas y aquello les complica ponerse al día.
Sucede especialmente con los que venden casas, vehículos o publicidad. Aunque el crédito de la vivienda es el más se cuida, porque es el patrimonio para los hijos, “en un escenario de pocos ingresos o desempleo, las familias priorizan el gasto: o pagar la cuota de la casa, o los alimentos de mis hijos, evidentemente escogen la segunda opción”. Es que, los hogares razonan y dicen, “dejo de pagar la casa porque el tema legal, de hacer efectiva la hipoteca demora”, y hasta eso a lo mejor pase el bache y logran luego pagar las cuotas atrasadas”.
Hace unas tres semanas, el vicepresidente nacional de Diners Club, Ignacio Maldonado, comentó que efectivamente, por la coyuntura económica, hay ciertos clientes que tardan algo más en pagar sus tarjetas, pero aún cuentan con una gran masa de usuarios que mantienen sus cupos y su evolución de consumos con el plástico.
Según la Superintendencia de Bancos, todos los créditos presentan mayores incrementos en la morosidad y eso significa que los bancos están teniendo problemas en recuperar la cartera. Así, el crédito de consumo, en gran parte efectuado con las tarjetas, anda por el 8,40 %, cuando a diciembre, estaba por el 7,44 %. Hay más: los microempresarios, antes conocidos por sus buenos historiales de pago, tienen una mora del 7,28 % y hasta los empresarios, que reciben un buen pedazo de todo el crédito comercial, se atrasaron algo más (1,59 % el mes pasado, en relación a 1,49 % de diciembre).
Pero la que más llama la atención es la morosidad inmobiliaria: se situó en 2,80 % en enero pasado, un número inocente, pero que dista del 1,80 % registrado en enero 2011, último mes, al menos entre los eneros, en que se observó un indicador por debajo del umbral del 2 %. En diciembre era menor: 2,17 %, aunque en ese mes los bancos lucen mejor en las fotos.
Pese a la subida de la mora, los bancos no prevén mayores contratiempos debido a sus provisiones, ese dinero que guardan para cubrir su cartera impaga.