Nacer es un negocio rentable en Ecuador que se acrecienta desde las clínicas y hospitales privados. Así lo revelan los últimos datos que publica el Instituto Nacional de Estadísticas y Censo (INEC), en el que se refleja que el 88 % de los niños que nacieron en la sanidad privada en 2022 llegaron al mundo por cesárea. Algo opuesto a la salud pública, donde la mayoría de nacimientos se realiza por parto natural.

Pues de acuerdo a las estadísticas, en 2022 nacieron 241.099 bebés a nivel nacional. De esa cantidad, 63.914 fueron recibidos en salas de establecimientos de la sanidad privada y de ellos, 56.083 fueron a través de cesáreas. En los centros del Ministerio de Salud Pública (MSP) nacieron 177.185 niños, de los que el 37 % lo hicieron a través de cesárea. Es decir, en lo público sí prevalece el parto natural (vaginal).

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¿A qué se debe esta diferencia? Yolanda Cabezas, vicepresidente de la Federación Nacional de Obstetrices y Obstetras del Ecuador, que agrupa a unos 2.000 profesionales de esta rama en todo el país, indica que esta tendencia de la cesárea en los centros privados responde a un rentable negocio y a la comodidad de los médicos en el manejo del tiempo y cronograma, a base de cirugías. “En los hospitales públicos, el parto es gratuito; en lo privado cuesta mucho más la cesárea, de ahí que los hospitales y clínicas privadas quieran realizar los partos por cesáreas”, menciona a EXPRESO.

Ya en 2015, la Organización Mundial de la Salud (OMS) había alertado que el parto por cesárea se estaba convirtiendo en una práctica habitual en América Latina. Un estudio de esa institución indicaba que en Ecuador, entre el 25 % al 35 % de todos los nacimientos por años se hacían por cesárea, cuando su recomendación es la de no exceder el 15 %.

Y es que el aumento de las cirugías que consiste en abrir el abdomen y el útero de la madre para sacar al bebé es cada vez más frecuente en el ámbito privado del país. Pues según los datos del INEC, en 2021, el 86% de los niños que nacieron en hospitales y clínicas privadas fue por cesárea. Un año antes, 2020, el porcentaje fue de 84%.

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Raúl Alcívar, presidente de la Asociación de Clínicas y Hospitales Privados del Ecuador (Achpe), reconoce que la cantidad de cesáreas realizadas son altas en la sanidad particular y como Cabezas, lo vincula a lo económico. Pues indica que, por ejemplo, en una clínica privada una cesárea cuesta un promedio de $ 2.000 y el parto natural puede costar hasta la tercera parte de este valor.

No obstante, el médico considera que, junto con las ganancias, hay otros factores que impulsan a que la tendencia de ese tipo de cirugías vaya en aumento y tiene que ver, por un lado, con el trato entre el médico y la paciente que acuerdan la cesárea por comodidad de ambos, que a diferencia del parto natural no se puede planificar; y, por otro lado, en cómo está estructurado el sistema de salud.

“En la parte pública la práctica médica está institucionalizada, es decir los doctores tienen asegurado un sueldo cada mes. Bajo ese sentido, las pacientes que ingresan al sistema público se rigen a un esquema donde se prioriza el parto natural. Y este conlleva más tiempo que la cesárea porque las madres entran en labor de parto, hay que vigilarlas y esto puede llevar hasta 8 horas. En la parte privada, los médicos hacen su práctica por libre ejercicio y la cesárea es una cirugía más que pueden agendar”, explica.

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Aunque a la hora de alumbrar al bebé el parto natural es más rápido, la cesárea por ser una intervención quirúrgica, requiere de mayor consumo de recursos y el costo por una compensa el hecho de que las mamás, con la herida en el vientre, se queden más tiempo en la clínica ocupando las camas que las que alumbraron por vía vaginal.

Este sistema, enfatiza Alcívar, se podría mejorar si se promueve una campaña de incentivo al parto natural por parte del MSP y de la sociedad científica médica. “Una campaña para que tanto los médicos como las madres tengan más conciencia de los beneficios del parto natural”.

Indica Alcívar que la Achpe sí promueve la práctica del parto natural, así como otras acciones como la lactancia materna, sin embargo, no tiene injerencia en el trato al que llegan una embarazada y su médico en los centros privados. 

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LOS RIESGOS DE UNA CIRUGÍA 

Gloria Álava es parte de las estadísticas. Ella dio a luz a su hija por cesárea en una clínica privada. “Era lo que quería. Mi cesárea fue programada. Porque estar sufriendo con dolores por días me parece innecesario y hasta arcaico”. Los especialistas recomiendan el parto natural. 

“La cesárea solo debe hacerse a un pequeño grupo, porque la mayoría de las embarazadas son de bajo riesgo para parto vaginal. Y con la cesárea hay muchos más riesgos de contraer, por ejemplo, una infección en el revestimiento del útero; una infección de vías urinarias y hasta hematomas en las paredes abdominales”, describe Yolanda Cabezas.

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