Entretenimiento. En el bar de La Piazza, grupos de amigos, como los de la foto, se reúnen sin importar la hora el día. Ahora se ‘apropian’ del lugar también en las tardes.

Los Ceibos recupera el barrio

La diversidad de negocios de comida y entretenimiento alienta a los vecinos a apropiarse de su entorno. Los parques y calles tienen vida. Hay convivencia.

Nadie sabe a ciencia cierta cuándo fue que Los Ceibos revivió, pues si bien esta ciudadela del norte de Guayaquil, una de las más emblemáticas de la ciudad, siempre lo ha tenido todo (farmacias, parques, bancos, centros comerciales, cine...), hasta hace apenas unos cuatro años, a decir de los moradores, sobre todo por las noches, no tenían qué hacer, o a dónde salir.

“Las plazas comerciales que aquí se habían inaugurado estaban muertas, pasaban vacías. Para tomar un café, un trago o ir a comer, teníamos como mínimo que irnos a Urdesa”. Para farrear incluso la gente, asegura Héctor Andrade, residente de Ceibos Norte, tenían que trasladarse a la vía Samborondón. “No había dónde conversar, un ambiente cálido, bonito, para pasar con la gente del barrio”, dice.

Ahora es distinto, pues ahora los residentes no solo se han volcado a los parques, desde muy temprano por las tardes, a hacer pícnics y jugar ajedrez, fútbol o juegos de mesa; sino que las tres plazas que allí se levanta -cualquier día de la semana- lucen llenas.

Solo en el centro comercial La Piazza, que fue inaugurado en el 2009 y tiene el 97 % de sus áreas ocupadas, por ejemplo, Andrade y otras decenas de familias y grupos de amigos acuden a distraerse cada semana. Por ‘religión’, Beatriz Salcedo, Melina Iturralde, Sandra Moreira y Sonia Paredes, cada jueves, pasadas las 19:00, van en busca de comida típica a El Buen Bocado o El Balconcito. Y los miércoles, cada vez que salen del gimnasio Hometown, que tiene más de 1.500 inscritos, se instalan en el Deli Café Olive.

“Cuando nos ejercitamos por las noches, a veces también aprovechamos para beber algo en el Hometown bar, ubicado a escasos pasos del ‘gym’. El lugar es relativamente nuevo, uno de los pocos, por no decir el único en el sector”, dice Salcedo.

La Piazza, por la que a diario circulan entre 2.800 a 3.000 vehículos, a decir de Carlos Cabanilla, gerente comercial del establecimiento, tiene más de 30 establecimientos para el consumo y distracción de la gente. Alrededor de 11 ofrecen comida. Por eso a menudo Sebastián Cano, un joven de 24 años, residente de la ciudadela Los Parques, la visita. “Voy a recoger a mi novia y nos instalamos a tomar un café”.

Esto, algo común entre los vecinos y otro de los motivos por el que no salen de su entorno, puesto que las cafeterías, a decir de dos urbanistas, les han permitido también apropiarse del espacio público.

En Lúdica, asentada en los bajos del edificio Olivos Tower; en Comuna Café, que ofrece la bebida en un espacio con vista a la calle, rodeado de plantas, libros, asientos de madera y detalles rústicos; y en Café Bombons, ubicado en el centro comercial de Los Ceibos -integrado por 15 locales, 10 de ellos de comida- uno puede ver mesas en las peatonales repletas de familias y jóvenes cada semana, pasadas las 17:00.

“Los residentes nos visitan porque este tipo de plazas te ofrecen un ambiente informal. La gente viene caminando, en bicicleta o en patines, compra algo, conversa en los soportales y se va”. El centro comercial de Los Ceibos se ha convertido en los últimos tres años en un punto de encuentro, señala Carlos López, morador y administrador de Japi Frozen Yogurth. “Antes había oficinas, negocios duros. Ahora que se ofrecen servicios de consumo y se han colocado banquetas, sillas por todos lados, la zona ha vuelto a revivir”.

Para Luis Alfonso Saltos, arquitecto y urbanista, el hecho de que Los Ceibos cuente con todos estos espacios, ha fortalecido el espíritu ciudadano. Las cafeterías, la diversidad de servicios ha obligado a la gente a salir a las calles: a conocerse, dialogar, tener más seguridad y mejorar incluso la economía urbana.

“Ya no existe la necesidad de trasladarse a otras áreas, son muchos los que ahora dejan sus carros en casa y caminan por las aceras en busca de lo que quieren”. De hecho, ahora se perciben ciertas peatonales llenas, con moradores ejercitándose o jugando, al igual que en el parque.

“Una vez escuché que un barrio sin vida llamaba la atención de los ladrones. Por eso ahora me quedo en mi entorno. Reuniones de trabajos, clases de aeróbicos, cenas, caminatas..., todo aquí”, matiza Carla Abril, abogada y residente.

Riocentro Los Ceibos se expande y diversifica

En vista al crecimiento urbanístico y comercial que ha tenido el sector, el Riocentro Los Ceibos también ha concretado la compra de nuevos lotes frente al centro comercial. El año pasado estaba prevista la construcción de nuevos espacios sobre un área de 43.000 m2. Ayer, la administración aseguró a EXPRESO que han decidido ampliar el lugar en un terreno más grande, de 77-500 m2 en total.

La nueva etapa, que tendrá una inversión de $ 36 millones y empleará para la obra a más de 950 trabajadores, estará conectada con el mall a través de un moderno puente peatonal que estará climatizado y contará con bandas transportadoras. El proyecto contempla triplicar la capacidad actual de salas de cine. Para tal efecto se reubicará el complejo actual en la nueva edificación, el mismo que contará con 15 nuevas salas, más de 15 salas VIP y una sala IMAX.

El lugar también contará con 80 negocios de consumo y entretenimiento para completar el mix actual. Uno de ellos será Mr. Joy, un espacio para niños y adultos con resbaladeras, colchonetas inflables, pista de patinaje, sistema de tubos con aire a presión.

Adicionalmente se remodelará el edificio actual con una inversión de $ 6 millones. La administración no especificó cuándo se iniciarán los trabajos.