El salmón es considerado un alimento básico en el noroeste de Europa. En América Latina, el consumo de mariscos excede al de las carnes roja y blanca. Este tipo de pescado se reproduce en agua dulce, donde pasa también sus primeros años, aunque gran parte de su vida transcurre en aguas marinas.

El salmón Atlántico es considerado un superalimento —al ser rico en ácidos grasos como omega-3— que ayuda a disminuir los riesgos de padecer enfermedades cardíacas y accidentes cerebro-vascular.

Así lo asegura el Comité Científico de Nutrición del Reino Unido, al realizar un estudio sobre los beneficios de comer pescado. Y es que el salmón (pescado azul) disminuye la presión arterial y reduce la acumulación de grasa en las arterias y venas.

En Ecuador, el gasto corriente del consumo mensual de mariscos, sean estos refrigerados, frescos, procesados y congelados asciende a $ 33 millones, según la encuesta del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) realizada en 2012.

Entre los beneficios que aporta el salmón destacan:

– Vitamina D, que se encarga de ayudar al cuerpo a absorber el calcio que ayuda a cuidar los huesos; la vitaminas B, es fundamental para el crecimiento y desarrollo del cuerpo y ayuda en la formación de glóbulos rojos.

– Según la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, el selenio es el encargado de ayudar a producir las enzimas antioxidantes, unas proteínas que juegan un papel esencial en la prevención del daño celular.

– Además, el omega-3 que contiene este tipo de alimento podría disminuir el riesgo de padecer demencia.

El consumo de salmón dos o tres veces a la semana también podría tener beneficios para la visión. Así lo indican los resultados de la investigación realizada por la Unidad de Epidemiología de Harvard, el cual menciona la reducción de probabilidades en desarrollar ceguera en personas mayores.

Producción y comercialización

A escala mundial, la acuicultura supone dos tercios de la producción total de salmón. La especie más cultivada es el salmón atlántico, que constituye el 93 % de la producción acuícola total. En 2015, los principales productores de salmón atlántico fueron Noruega, Chile, la UE y Canadá.