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Los bajos vuelos desde el golfo de Guayaquil

Registro. Trece pistas de fincas privadas, de provincias costeras, fueron utilizadas en actividad narcodelictiva entre 2013 y 2017.

El accidentre de la avioneta Cessna con matrícula falsa de México.

El accidente de una avioneta Cessna, de matrícula falsificada de México en el golfo de Guayaquil y con dos pilotos mexicanos sentenciados años antes por narcotráfico, evidenció una realidad desconocida: que en ese sector hay pistas que permiten el aterrizaje de avionetas pequeñas.

¿Cuántas pistas clandestinas hay? Una pregunta aún sin respuesta en las entidades competentes que iniciaron una investigación, pues la Dirección de Aviación Civil solo tiene registradas 206 pistas privadas y 13 estatales a nivel nacional. De las privadas, 79 están en la provincia del Guayas, 26 en Los Ríos y otras cuatro en Santa Elena.

Pero el problema no son las pistas legales, sino las clandestinas de las que se contabilizaron 2.500 en el 2015 a nivel nacional, algunas sin ningún tipo de seguridad, que pueden utilizarse para actividades ilícitas como el tráfico de drogas.

En febrero de ese año, el entonces ministro del Interior, José Serrano, anunció la destrucción de esas pistas clandestinas, comenzando con las 15 que eran del desaparecido Programa Nacional del Banano.

¿Qué se hizo? No hay registros en el Ministerio del Interior de las pistas destruidas durante los últimos tres años. Tampoco hay estadísticas que indiquen si se han detectado más desde entonces y cuáles son los controles establecidos para ellas.

“Hay pistas clandestinas en el golfo de Guayaquil. No se saben para qué las utilizan, pero se han construido”, dijo a este Diario un pescador de la zona del golfo que pidió el anonimato. Él y sus vecinos, que tienen años laborando en ese sector, han escuchado hablar de actividades inusuales con avionetas más que nada los fines de semana.

Contó que la presencia de aeronaves livianas, a bajos vuelos, comenzó a verse a mediados del 2012 en el sector de la isla Mondragón. Fue en febrero del 2013 cuando los lugareños llamaron por primera vez a los servicios de emergencia y a la Policía para informar que habían visto la caída de una avioneta por el sector de Matorrillo.

La búsqueda se hizo, pero no se halló ni la aeronave ni ninguna compañía reportó la desaparición de alguna aeronave, por lo que se pensó que se trataba de una equivocación.

El accidente de la Cessna, con falsa matrícula NIO0666 de México, registrado hace ocho días, ocurrió en el mismo sector donde cangrejeros y pescadores de la zona han visto antes volar avionetas a baja altura.

En esa ocasión, la aeronave pudo ser localizada porque de su presencia ya había sido alertada la Fuerza Aérea, tras un seguimiento de 45 minutos por el radar que mostró su ubicación a 17 millas de Guayaquil.

El capitán del Puerto de Guayaquil, Juan Líger, dijo que la Marina no tiene reportes de presencia de aeronaves en el golfo, pues ese trabajo le compete a la Fuerza Aérea Ecuatoriana, que cuida el espacio aéreo, y la Dirección de Aviación Civil, que es la encargada de otorgar los permisos para la operación de las pistas. No obstante, recuerda lo estratégico que es el golfo de Guayaquil por su cercanía a Perú.

Al golfo, compuesto por un enjambre de islas, islotes y canales, se puede llegar por vía fluvial por múltiples rutas desde las riberas de las provincias de El Oro, Guayas y Santa Elena, en donde hay grandes extensiones de haciendas bananeras y camaroneras, algunas de las cuales tienen pistas de aterrizaje.

En diciembre del año pasado, una avioneta cargada con 350 paquetes de cocaína fue retenida en la pista de una hacienda de Balao, cerca del golfo de Guayaquil.

En ambos casos, las avionetas han sido del tipo Cessna porque pueden aterrizar en pistas cortas, de entre 300 y 700 metros de largo. Y además, pueden desplazarse a una altura de 500 metros para evitar los radares.

Procesos

Entre mayo de 2012 y diciembre de 2014, ocho avionetas, seis de origen mexicano, fueron confiscadas por tráfico de drogas; unas estaban cargadas.

Inspecciones

En el 2013, se detectaron cuatro pistas clandestinas cerca de la playa o en fincas cerca al mar. El aterrizaje de aviones ha ocurrido hasta en carreteras.