Assange, un huesped cada vez mas incomodo

Se veía venir. Los últimos sucesos en la Embajada de Ecuador en Londres son la materialización de una advertencia que hicieron excancilleres y otros internacionalistas, desde 2012. Para ellos, restringir el internet del activista Julian Assange es una medida un poco tardía pero que demuestra que “por fin hemos comprendido el error que se cometió”.

El internacionalista Juan Carlos Faidutti dice que la decisión del Gobierno ecuatoriano de suspender la comunicación de Assange es un paso que debía darse para evitar conflictos con otros países.

Según la Cancillería, el asilo, concedido en 2012, tuvo como base el temor de una “persecución política, por sus actividades periodísticas como editor de WikiLeaks”.

Actividades que, según Faidutti, Assange nunca dejó de efectuar aun desde la Embajada. El experto considera que el Ecuador ha quedado mal no con Estados Unidos, sino en general. “Porque él seguía trabajando en su negocio, que son los WikiLeaks. Cómodamente garantizado, por estar como asilado político, se lo dejó que siga con sus negocios y siga cometiendo estas irregularidades”, cuestionó.

El martes en un comunicado, la Cancillería reconoció que, durante las últimas semanas, WikiLeaks ha publicado una gran cantidad de documentos que tienen un impacto sobre la campaña electoral en EE. UU.

Pero agregó que la decisión de hacer pública esa información es exclusiva responsabilidad de esa organización. La Cancillería reiteró que el Gobierno del Ecuador no se inmiscuye en procesos “electorales en curso ni apoya a un candidato en especial”.

Faidutti agregó que, jurídicamente Assange está en territorio ecuatoriano y no desde ahora sino desde el momento que entró y pidió asilo “él siguió con sus negocios sino que recién ahora dos candidatos perjudicados lo han denunciado”.

El exembajador Mauricio Gándara dice que hace algunos meses ya advirtió sobre las limitaciones de un asilado al hacer política. Recuerda que eran públicas las actividades que cumplía el australiano desde la Embajada del Ecuador al hablar para cadenas de televisión de Estados Unidos favorables al candidato republicano, Donald Trump.

Eso significó involucrarse en la campaña electoral de ese país, dijo a este Diario. La restricción del servicio de internet obedece, según Gándara, a que el Gobierno de Rafael Correa “está asustado porque ganará Hillary Clinton y les tomará cuentas”.

Se veía venir. Los últimos sucesos en la Embajada de Ecuador en Londres son la materialización de una advertencia que hicieron excancilleres y otros internacionalistas, desde 2012. Para ellos, restringir el internet del activista Julian Assange es una medida un poco tardía pero que demuestra que “por fin hemos comprendido el error que se cometió”.

El internacionalista Juan Carlos Faidutti dice que la decisión del Gobierno ecuatoriano de suspender la comunicación de Assange es un paso que debía darse para evitar conflictos con otros países.

Según la Cancillería, el asilo, concedido en 2012, tuvo como base el temor de una “persecución política, por sus actividades periodísticas como editor de WikiLeaks”.

Actividades que, según Faidutti, Assange nunca dejó de efectuar aun desde la Embajada. El experto considera que el Ecuador ha quedado mal no con Estados Unidos, sino en general. “Porque él seguía trabajando en su negocio, que son los WikiLeaks. Cómodamente garantizado, por estar como asilado político, se lo dejó que siga con sus negocios y siga cometiendo estas irregularidades”, cuestionó.

El martes en un comunicado, la Cancillería reconoció que, durante las últimas semanas, WikiLeaks ha publicado una gran cantidad de documentos que tienen un impacto sobre la campaña electoral en EE. UU.

Pero agregó que la decisión de hacer pública esa información es exclusiva responsabilidad de esa organización. La Cancillería reiteró que el Gobierno del Ecuador no se inmiscuye en procesos “electorales en curso ni apoya a un candidato en especial”.

Faidutti agregó que, jurídicamente Assange está en territorio ecuatoriano y no desde ahora sino desde el momento que entró y pidió asilo “él siguió con sus negocios sino que recién ahora dos candidatos perjudicados lo han denunciado”.

El exembajador Mauricio Gándara dice que hace algunos meses ya advirtió sobre las limitaciones de un asilado al hacer política. Recuerda que eran públicas las actividades que cumplía el australiano desde la Embajada del Ecuador al hablar para cadenas de televisión de Estados Unidos favorables al candidato republicano, Donald Trump.

Eso significó involucrarse en la campaña electoral de ese país, dijo a este Diario. La restricción del servicio de internet obedece, según Gándara, a que el Gobierno de Rafael Correa “está asustado porque ganará Hillary Clinton y les tomará cuentas”.