
El arte de trocar la cana guadua en artesanias
Es poco conocida como el marfil vegetal o brava. Su utilidad es variada y, aunque un tanto flexible, es fuerte y segura para construcciones. Por ello, durante décadas y desde tiempos ancestrales ha sido la materia prima para edificaciones tanto en el c
Es poco conocida como el marfil vegetal o brava. Su utilidad es variada y, aunque un tanto flexible, es fuerte y segura para construcciones. Por ello, durante décadas y desde tiempos ancestrales ha sido la materia prima para edificaciones tanto en el campo como en las grandes urbes. Se trata de la caña guadua.
En el campo la buscan para hacer sus casas, por su frescura y ahorro al momento de adquirirla. Ahora este material también forma parte de las figuras de colección de esculturas hechas a mano en el cantón 24 de Mayo, de Manabí.
Edwin Ponce (18 años) y Yandry Reyes (20), estudiantes universitarios y responsables de grandes figuras hechas con caña guadua, recorren el país llevando y comercializando el fruto de su ingenio. Sus creaciones ahora sirven como adornos en grandes y pequeños hoteles de varias provincias.
El material se cosecha mucho en la mayoría de los sectores de 24 de Mayo. “Todo esto tiene un proceso en el momento de cortar la caña guadua y para realizar las esculturas que llegan a costar de 5, 10 hasta 40 dólares, dependiendo del gusto del cliente y la dedicación que le damos a las figuras”, indica Ponce.
Ramiro Zambrano, profesor catedrático, aclara que la caña guadua en los actuales momentos ha tomado una gran importancia en la ciudadanía para sus construcciones, por ser un material fresco y seguro para una vivienda.
Él aplaude la decisión de estos jóvenes escultores que han encontrado un modo de sobrevivir haciendo figuras de este material, que se lo encuentra en cada rincón del país, especialmente en Manabí.
Juan Pablo Cedeño, experto en el tratamiento de la caña, indica que, una vez que es sacada de las montañas, se traslada en carro o caballo hasta unas piscinas de 12 metros de largo y se la sumerge en bórax, que es un químico que sirve para proteger el material, dejándola por 24 a 30 horas. Luego de ese proceso este material está listo para ser utilizado según la necesidad de la persona.
Por su parte, Reyes explica que darles forma a algunas artesanías lleva semanas y que el acabado tiene un proceso especial luego de terminada la obra. “Hay que tener mucha paciencia, para elaborar estas esculturas utilizamos la caña, el mate y le damos la forma que más llame la atención. Es una materia prima que se consigue en el campo y que solo era utilizada para el cerco y las viviendas, pero ahora tienen un valor muy importante”. (F)