Es una acción que se concreta de a poco y con escasa información. El gobierno del presidente Lenín Moreno lleva un año intentando soltar la carga que implica subsidiar los combustibles. Ayer, 25 de septiembre de 2020, se dio otro paso en esa línea.

En rueda de prensa, notificada con minutos de anticipación, el gobierno nacional salió a explicar el Decreto Ejecutivo 1158, que se emitió la noche del jueves 24 de septiembre. En el texto se anuncia la liberación de las importaciones de combustibles industriales. Es decir, la estatal Petroecuador no seguirá teniendo el monopolio de la importación de derivados.

Es una buena noticia, según el ministro de Energía y Recursos Naturales No Renovables, René Ortiz. Para él, permitir que actores privados traigan y comercialicen gasolinas y derivados de crudo para el sector industrial representa un ‘alivio fiscal’.

Ese alivio para el Estado, sin embargo, puede traducirse en un incremento de precios para el ciudadano. La fijación de precios de las gasolinas para el sector naviero y el aéreo dejará de estar en manos del gobierno y pasará a ser decidida por el libre mercado. La oferta y la demanda determinarán el precio los combustibles.

Esa incertidumbre preocupa porque el gobierno espera resolver todas las dudas en 60 días. Un tiempo insuficiente para los cambios requeridos.

Caterina Costa, presidenta de la Cámara de Industrias de Guayaquil y principal del Comité Empresarial Ecuatoriano, considera que la iniciativa puede ser positiva, siempre que se establezcan reglas claras y se ofrezca seguridad jurídica para los importadores que entren en la comercialización de derivados de petróleo.

Para eso, aclara la empresaria, se deben reformar al menos cuatro cuerpos legales, entre normas y reglamentos, para permitir una competencia justa con Petroecuador.

También hay dudas sobre qué se entenderá por ‘precio de mercado’. Costa advierte que el sector productivo estará atento a la forma en que se regulen los precios de los combustibles en las terminales para evitar afectaciones.

El ministro de Producción, Iván Ontaneda, explicó que mantiene la puerta abierta para dialogar con todos los sectores que quieran detalles de esta iniciativa estatal, que llega justo un año después de que el gobierno intentó eliminar los subsidios a los combustibles. Esa propuesta fracasó y desencadenó un paro nacional y manifestaciones violentas.

Durante la emergencia sanitaria derivada de la propagación del coronavirus, también se dieron pasos en la línea de reducir subsidios. El gobierno estableció, desde junio, bandas para fijar el precio de las gasolinas según el costo del barril de petróleo WTI. Ese proceso ha sido exitoso, según Ortiz.

En la lista de cambios también están ajustes que, según Ortiz, se resolverán en los próximos días en un acuerdo ministerial. No dio mayores detalles al respecto.

En dicho documento deberá establecerse, por ejemplo, cuánto espacio de los tanques que tiene Petroecuador estará disponible para el uso de las empresas privadas. Además, cuánto costará el uso de esas instalaciones.

También deberá determinarse cuánto costará el uso de los poliductos para transportar el derivado y en qué horarios podrán ser usados por el sector privado y en qué horarios pasarán a servicio de Petroecuador.

Uno de los temas más importantes es, sin embargo, qué precios fijará Petroecuador para ofertar los mismos derivados que comercializarán empresas privadas.

El ministro Ortiz aseguró que el mercado será el que determine el precio adecuado. Si un importador particular ofrece sus productos a precios elevados, afirmó el ministro, no venderá sus artículos porque habrá todo tipo de precios más convenientes para los consumidores.