Galardonado. El marchista Jonathan Amores, subcampeón del mundo juvenil, muestra la placa entregada por Granasa.

Amores, un ganador desde su nacimiento

Cada vez que Jonathan Amores salía de su casa, su madre, María Cargua, se preocupaba. No porque el ganador del galardón al Mejor Deportista Juvenil Granasa 2016 haya sido desobediente de niño, sino que desde su nacimiento el actual subcampeón juvenil d

Cada vez que Jonathan Amores salía de su casa, su madre, María Cargua, se preocupaba. No porque el ganador del galardón al Mejor Deportista Juvenil Granasa 2016 haya sido desobediente de niño, sino que desde su nacimiento el actual subcampeón juvenil de marcha tuvo que enfrentar dolencias físicas.

Nacido a los ocho meses, luchó con un soplo al corazón y principio de fiebre reumática. Por eso, cada vez que el pequeño Jonathan salía unas cuantas cuadras fuera de su hogar en Machachi, su mamá se llenaba de nervios; pero siempre volvía sonriente y como si nada, felizmente para María y su padre Marco Amores.

Hoy, a sus 18 años y con todos los problemas de salud superados, el marchista está dedicado a cumplir uno de sus grandes sueños: representar al país en unos Juegos Olímpicos y ganar una medalla. Sin embargo, sabe que antes debe cumplir con un proceso que a la postre dará resultados, de eso está convencido.

El primer gran fruto de su esfuerzo se dio a mediados de año en Polonia, cuando alcanzó el segundo lugar en el Mundial Juvenil de 10 kilómetros.

Reconoce que se sorprendió con su presea de plata, no porque su esfuerzo en los entrenamientos no haya sido el máximo, sino que por tiempos estaba predestinado a quedar en posiciones que no eran de podio.

“La verdad fue muy rápido, cuando fui al campeonato mundial estaba en el puesto 24 y entonces mi objetivo era llegar entre los 10 primeros y gracias a Dios pude llegar en segundo lugar. Fue una emoción y un orgullo muy grandes”.

Pero ser el segundo mejor marchista del mundo en su categoría tuvo más éxitos este año. Uno de ellos fue un subcampeonato en el Sudamericano de la disciplina que se celebró en Guayaquil.

Con el bimedallista olímpico Jefferson Pérez como su referente, pues desde pequeño “lo veía en propagandas y quería ser como él”, Jonathan planifica lo que será el próximo año con un Campeonato Panamericano Juvenil y alcanzar a completar los 20 kilómetros, algo que está dispuesto a lograr, pues ejemplos de lucha es lo que más ha dado esta joven promesa del deporte ecuatoriano.

Familia

Sus padres, el apoyo de siempre

El joven marchista llegó a Granasa acompañado por sus padres María Cargua y Marco Amores, quienes respaldan al deportista en todos sus propósitos.