Una de los temas más reconocidos del artista chileno Américo es Que levante la mano, en el que hace una petición a su público para que acepte las derrotas y tristezas del desamor. Esta potente canción es infaltable en su repertorio pero por suerte es solo una linda melodía que no se vio reflejada en lo que vivió en este año.

Ahora está en ese proceso de analizar lo bueno y lo malo de 2018, cuando faltan pocos días para que este concluya. Pero el trabajo no lo deja. Más bien este suma en su cuenta en retroceso.

El pasado viernes estrenó junto al colombiano Silvestre Dangond Mi deseo, la primera entrega de su próximo álbum y su primera incursión en el vallenato. “Entré en ese género por necesidad”, bromea y suelta una carcajada.

“En realidad es una forma de expandir y evolucionar. Silvestre es un gran amigo. Esta canción suena moderna y actual, pero como todo es posible, sigo defendiendo la cumbia en este tema”.

El intérprete de 40 años sabe que lo suyo es la música popular y la cumbia su género favorito. “Mientras tenga ritmo, invite a bailar y tenga sentido romántico a la gente le va a gustar”, explicó.

Es por eso que no la dejará aunque comience a fusionar varios sonidos en sus próximos temas. “Quiero que la descubran y descarguen. Ahora se puede conocer más fácil cómo la gente recibe el trabajo y hasta ahora ha funcionado. Por eso este último mes le daremos mucha promoción, ya que es el primer avance del disco”.

Su popularidad queda más que comprobada con los grandes números que reflejan sus plataformas digitales. Ni él puede creer tanto cariño, con más de 18 millones de reproducciones y un millón de fanáticos en Spotify.

“Debo admitir que esto me asusta. Pero también te dice si lo que haces es aceptado o no. Es importante pero lo recibo con más cariño que otra cosa. Mi equipo le saca mucho provecho y debemos aceptar que esto forma parte de las tendencias”.

Américo, aunque se impresiona, solo lo usa como una herramienta de trabajo. Sigue creyendo que para hacer una buena cumbia solo basta poner todos los sentimientos. Ese es su deseo.

Estará en el Lollapalooza

El festival Lollapalooza tiene alma roquera desde que inició en 1991. Pero poco a poco se ha abierto a la diversidad musical. Hip- hop, reggae, ska son de los sonidos que se introdujeron con mayor fuerza, incluso en las ediciones latinas.

El próximo mes de marzo, Américo tendrá la oportunidad de estar en tarima con su género popular, una oportunidad que agradece incluso a sus detractores. “Es gracioso porque mis inicios fueron en el rock, era baterista de una banda. Pero la cumbia me ha dado tanto que ahora estaré allí por ella. Ya tuve la oportunidad de enviarles un mensaje a mis amigos roqueros que yo sí subiré al festival. Fue una gran broma”.