Un peligro que se aleja para algunos amonestados. Siete organizaciones políticas de ámbito nacional llegaron a las elecciones seccionales del 5 de febrero pasado con ‘tarjeta amarilla’, por lo que los resultados de estos últimos comicios eran de vital importancia para su permanencia o eliminación del Registro de Organizaciones Políticas del Consejo Nacional Electoral (CNE).

Entraron en esa lista luego de los deficientes resultados que alcanzaron en las elecciones presidenciales y legislativas de 2021, en donde no lograron los porcentajes mínimos establecidos en el Código de la Democracia. En esa contienda participó la cifra récord de 21 partidos y movimientos, pero menos de la mitad lograron escaños provinciales en la Asamblea Nacional.

Eso provocó que en noviembre de 2021 el CNE aprobara la eliminación de cinco partidos que llegaron condicionados y no tuvieron los porcentajes mínimos en dos elecciones consecutivas: Ecuatoriano Unido; Fuerza EC; Justicia Social; Unión Ecuatoriana, y Concertación. En tanto que, Unidad Popular; Democracia Sí; Amigo; Avanza; SUMA; Alianza PAIS (ahora MOVER); y Sociedad Patriótica entraron en una lista de emergencia.

¿Cómo les fue en las seccionales? La mayoría asegura que bien y que se alejan de la zona de peligro. El optimismo tiene un denominador común: las alianzas electorales y un cambio en el reglamento de las mismas que benefició no solo para que haya menos candidatos y, por lo tanto, dispersión del voto, también para esquivar la cancelación.

Geovanni Atarihuana, de Unidad Popular, resaltó que junto a las alianzas y solos alcanzaron dos prefecturas; treces alcaldías, entre ellas la de Latacunga; al menos un centenar de concejalías en todo el país; y 300 vocales de juntas parroquiales. El cálculo es que superan el 6% de la votación.

Sociedad Patriótica apostó por la misma fórmula. En Quito, por ejemplo, se alió con Democracia Sí para impulsar la candidatura de Andrés Páez que se ubicó cuarto con el 12,6% y aunque no le alcanzó para captar la Alcaldía de Quito en el global, su director, el expresidente Lucio Gutiérrez, le aseguró a EXPRESO que salieron de la zona roja, aunque a esta organización la falta de votos no es lo único que le acecha.

Gustavo Larrea, de Democracia Sí, es más conservador y asegura que con las alianzas y en solitario alcanzaron algo más del 4% de los votos nacionales, suficientes para cumplir uno de los cuatro requisitos que exige la Ley Electoral (ver gráfico).

Piensa, sin embargo, que aún falta voluntad política para lograr alianzas más amplias, sin embargo, dice que el ejercicio que generó las seccionales pasadas fue interesante, por lo que varias agrupaciones ya estarían pensando en estrategias para reforzar la idea en las siguientes presidenciales.

En la misma línea se ubica Avanza, que unidos y en solitario lograron 18 alcaldes y aseguraron concejales en 46 cantones. El dirigente Javier Orti destacó que dos alcaldes son de capitales de provincia: Portoviejo e Ibarra.

“Con las reformas al reglamento nos beneficiamos casi todos, por no decir todos los partidos. Creo que serán pocos los que esta vez desaparezcan u obtengan tarjeta amarilla. Eso nos da un impulso para desde el 25 de marzo empezar ya a pensar lo que serán las presidenciales. Tendremos una gran reunión en Colta (Chimborazo), en donde el alcalde electo es de Avanza”, señaló Orti a este Diario.

En SUMA se vive un optimismo similar luego de lograr tres prefecturas, treinta alcaldías, más de 200 concejalías, unas 500 vocalías en juntas parroquiales, muchas de ellas en alianzas electorales. “Estuvimos cerca de ganar Quito. Nos faltó 1,7% con Pedro Freile (en alianza con el Partido Socialista). Pasamos de tener tarjeta amarilla a carta blanca”, manifestó el dirigente Guillermo Celi.

Con los “mínimos justos”, pero suficientes, dicen los dirigentes de MOVER, antes Alianza PAIS, que terminan este proceso electoral. Para el dirigente René Espín las alianzas electorales les ayudaron a salir a flote y esquivar la cancelación, luego de la crisis que generó la ruptura entre correístas y morenistas, ambos bandos alejados del partido, al menos en el papel.

Este Diario intentó contactar al dirigente de Amigo, Víctor Bravo, que buscó sin éxito la Alcaldía del cantón Marcabelí, en El Oro, pero no hubo resultados. En Quito, esta agrupación propuso la candidatura de María José Carrión que obtuvo apenas el 0,93% de la votación.

• 16 ORGANIZACIONES políticas nacionales participaron en las elecciones de autoridades seccionales del pasado 5 de febrero.

Unión sin resultado

El antiguo Movimiento Popular Democrático (MPD) que se convirtió en Unidad Popular apoyó en las elecciones presidenciales de 2021 al candidato de Pachakutik, Yaku Pérez, sin embargo, la alianza entre ambas organizaciones políticas nunca se hizo oficial ante el Consejo Nacional Electoral (CNE), por lo que la votación del dirigente indígena, que se ubicó tercero, nunca influyó en sus cómputos.

Perdiendo protagonismo

Aunque sin el resultado esperado, Sociedad Patriótica se unió a Democracia Sí, ambas con ‘tarjeta amarilla’ para impulsar la candidatura de Andrés Páez a la Alcaldía de Quito. Tras la presidencia de Lucio Gutiérrez, Sociedad Patriótica ha ido perdiendo protagonismo en la política nacional. Sus dirigentes aseguran ser víctimas de todo tipo de persecución, especialmente del Consejo Nacional Electoral.

De la gloria al ocaso

La ruptura entre correístas o morenistas puso en jaque a Alianza PAIS que fue el movimiento dominante por casi una década. La pérdida de sus líderes y parte de la militancia los puso al borde de la desaparición. Como estrategia, cambiaron el nombre a MOVER, pero también los colores y simbología del pasado. Mientras buscan reacomodarse, para las elecciones seccionales optaron por la alianzas para subsistir y no descartan repetir la fórmula.