Tejado quebrado, vigas desgastadas, paredes húmedas, salones patrimoniales en peligro. Esas fueron algunas de las razones que llevaron al Instituto Metropolitano de Patrimonio (IMP) a intervenir el Palacio de Carondelet, en el Centro Histórico de Quito, acción que no ha estado libre de polémica.

“Esto sí que está feo”, fue la primera reacción de Juan Chiriboga que el martes por la mañana decidió visitar la Plaza de la Independencia y se encontró con plástico, andamios y latas de zinc en la fachada del Palacio de Gobierno.

El ciudadano recordó que la estructura se trata de un bien patrimonial y, por lo tanto, habrá que esperar los resultados para ver si hay una mejora sin que se cambie la esencia del edificio, pero que por ahora lo que se ve da una mala imagen.

Esto será posible entre finales de marzo o inicios de abril. Angélica Arias, directora del IMP, explicó a EXPRESO que esta intervención se ha venido aplazando por más de una década y que ahora se está ejecutando porque finalmente hubo una coordinación entre la entidad municipal y la Presidencia de la República.

“Tenemos problemas graves de filtración de agua desde hace mucho tiempo. Ellos (la Presidencia) habían intentado tapar las goteras, pero algunas ya estaban afectando espacios protocolares, como el Salón Amarillo, y oficinas del Palacio de Carondelet”, dijo la funcionaria.

¿Qué se ha hecho? Para las fiestas de Quito se pintó la fachada de la estructura. Este mes se dedicarán a la cubierta, por eso se armó la sobrecubierta de zinc, porque hay que retirar tejado y madera en mal estado y con las lluvias podría haber una filtración mayor.

En la terraza frontal se está retirando el gres para detectar otros problemas que ya presenta la estructura como grietas que deben ser impermeabilizadas para nuevamente ser cubiertas con la cerámica.

Las tejas que cubren el techo del Palacio de Gobierno y de otras estructuras del Centro Histórico están normadas. No puede ser otra que la de barro cocido grande por lo que, si encuentran algunas dañadas, se enviará a fabricar para reemplazarlas. La obra está valorada en $ 199.517.

Miguel Ángel trabaja como peluquero por más de cuatro décadas en uno de los locales que está abajo de Carondelet. Reconoce que se asustó cuando empezaron a armar una estructura metálica en la terraza y se comenzó a escuchar que la iban a dejar fija en ese lugar.

“Luego nos explicaron que era temporal, mientras duren los trabajos. Lo importante es que dejen el Palacio tal como es, porque este es un lugar histórico. Aquí he visto cosas muy bonitas, pero también desagradables”, rememoró el artesano.

Arias dice que las críticas y reclamos que ha recibido desde inicios de año, lejos de molestarle, le agradan porque demuestra que los capitalinos están atentos del patrimonio de la ciudad. También, que ha habido otros comentarios con “mala fe”, más cuando se acercan las elecciones seccionales, que espera queden despejados cuando concluyan las obras y todo quede exactamente igual.

No son ni serán las únicas. Varias estructuras que están dentro de lo que se denomina el núcleo central del área Unesco, por la declaratoria de patrimonio, que abarca 70 hectáreas, ya han sido intervenidas. Una de ellas la fachada y varias áreas de la Catedral Metropolitana que se ubica al sur de la Plaza de la Independencia.

En unos días iniciarán obras de restauración en el Palacio Arzobispal (al norte de la plaza) y en dos semanas se intervendrá el Palacio Municipal que, si bien es de corte moderno, se ubica en lo que se considera el ‘corazón’ del área patrimonial de Quito.