Construcción en Guápulo: exhorto del Ministerio, sin respuesta del Municipio de Quito
Tras el exhorto del Ministerio de Cultura para revertir un proyecto inmobiliario en Guápulo, el Municipio aún no se pronuncia
Una semana ha transcurrido desde que el Ministerio de Cultura y Patrimonio exhortó al Municipio de Quito a expropiar un predio ubicado en el barrio patrimonial de Guápulo y revertir la aprobación de un proyecto inmobiliario en construcción. Hasta este 20 de junio no hubo un pronunciamiento del Cabildo.
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La solicitud fue enviada mediante oficio al alcalde Pabel Muñoz y firmada por la ministra Romina Muñoz, con base en un informe técnico de la Dirección de Sitios y Espacios de Gestión Patrimonial del Ministerio. El documento advierte que la edificación en marcha afecta directamente la morfología urbana, el paisaje histórico y los valores patrimoniales de Guápulo, sector incluido en el Área de Conservación Patrimonial de la capital.
El Ministerio señala que el proyecto aprobado no respeta la escala ni la tipología arquitectónica del entorno y transgrede normativas nacionales e internacionales de conservación, lo que podría derivar en observaciones por parte del Comité del Patrimonio Mundial de la Unesco.
La obra se ubica en la intersección de las calles El Calvario y Francisco Compte, zona reconocida por su valor histórico y arquitectónico. Según el documento, permitir su avance podría poner en riesgo la condición de Quito como Patrimonio Cultural de la Humanidad, declaratoria que mantiene desde 1978.
Municipio de Quito remite el caso a la Procuraduría
Este medio consultó a la Secretaría de Hábitat y Ordenamiento Territorial del Municipio de Quito y se informó que el tema es analizado por la Procuraduría Metropolitana, al tratarse de un asunto jurídico. Se prevé una vocería institucional sobre el caso en los próximos días.
El predio en cuestión tiene 220 metros cuadrados, y el proyecto contempla tres pisos más un subsuelo, con seis departamentos y siete parqueaderos. La altura de la edificación, 11 metros, ha sido observada por vecinos, quienes señalan que en el área ninguna construcción supera los ocho metros permitidos.
Proyecto aprobado en abril genera divisiones
El propietario del predio, Byron Herrera, sostiene que el proyecto cumple con todas las disposiciones legales. Indicó que los planos fueron aprobados por la Comisión de Áreas Históricas y Patrimonio del Concejo Metropolitano el 25 de abril de 2024.
Desde el Municipio también se ha reiterado que la construcción cuenta con todos los permisos necesarios. En abril, el secretario de Hábitat y Ordenamiento Territorial, José Morales, explicó que en zonas patrimoniales se aplica un bloqueo técnico que impide la aprobación automática de proyectos, por lo que estos pasan por un análisis detallado antes de ser autorizados.
Falta de enfoque patrimonial
Aunque el exhorto del Ministerio no es vinculante, diversos colectivos ciudadanos han advertido que el Municipio debería considerar los principios de protección patrimonial, más allá del cumplimiento formal de normas urbanísticas.
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Rocío Bastidas, vocera del Cabildo Cívico, afirmó que aplicar la normativa general a una zona como Guápulo ignora su condición especial. “Se usó la norma como si fuera cualquier parte de la ciudad, pero Guápulo tiene reconocimiento internacional. Se requiere una decisión política del alcalde”, manifestó.
Bastidas agregó que, aunque no es obligatorio, el exhorto se sustenta en argumentos técnicos que no deben ser ignorados. “No se puede mantener una autorización que contradice principios patrimoniales. Si la norma vigente permite eso, debe ser revisada”.
El caso ha reabierto el debate sobre el manejo del patrimonio urbano en Quito. Organizaciones de defensa del patrimonio recuerdan que la ciudad cuenta con convenios internacionales que la obligan a proteger zonas históricas y paisajes culturales.
Una de las preocupaciones expresadas por los residentes es la eliminación del Plan Especial de Guápulo, instrumento que anteriormente regulaba intervenciones en esta área patrimonial. “Ese plan protegía la identidad del barrio. Sin él, se aplican criterios generales que no consideran la especificidad del sector”, señala Bastidas.
Para la activista, no se trata solo de un trámite administrativo, sino de la responsabilidad de preservar el valor universal excepcional por el que Quito es Patrimonio de la Humanidad.
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