
En Quito, una pileta se transformó en guarida para la delincuencia; será demolida
La Empresa Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas inició los trabajos de derrocamiento de la pileta
Luego de varios años de deterioro y denuncias por inseguridad, la pileta del parque de La Kennedy, en el norte de Quito, será finalmente derrocada. La decisión fue tomada tras el pedido de los moradores y tras un proceso de trabajo conjunto con las autoridades municipales.
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Durante casi dos décadas, la pileta fue un espacio de recreación para niños y familias, pero con el paso del tiempo su estado cambió. Pablo Arias, presidente del barrio, señaló que el sitio se volvió un foco de inseguridad e insalubridad. “Era invivible la situación: grafitis, agua putrefacta, personas durmiendo en los alrededores, microtráfico y falta de iluminación”, comentó.
Este 20 de junio de 2025, la Empresa Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas (Epmmop) inició los trabajos de derrocamiento y de rehabilitación del parque.
Gabriela Andrade, directora de construcción de la entidad municipal, explicó que el lugar será transformado con zonas verdes, bancas, nueva iluminación y mantenimiento del arbolado y jardineras. Se contempla además la zonificación de áreas para un uso más eficiente del espacio.
Roberto Jaramillo, otro vecino del sector, detalló que en la pileta dormían personas en situación de calle, quienes dejaban cobijas, robaban en los alrededores e incluso se ocultaban en los árboles. También, motocicletas irrumpían el espacio, lo que era un peligro para los visitantes.
Vandalismo en las piletas de la ciudad
Como parte de los trabajos, este 20 de junio se retiraron los bolardos que están en la av. Galo Plaza para instalar un campamento móvil con vigilancia permanente. En el transcurso de un mes se ejecutará la demolición de la pileta y la reconformación del espacio, según indicó Andrade.
Inicialmente, el plan era rehabilitar la estructura, pero debido a los costos de mantenimiento y reposición de equipos robados o dañados, se optó por eliminarla. La instalación de bombas y tuberías robadas puede costar hasta 10.000 dólares, mencionó la funcionaria.

De acuerdo con Andrade, la idea no es retirar estos espacios, sino rehabilitar las 70 piletas de la ciudad, debido a que son constantemente vandalizadas. En el caso de La Kennedy, la petición de los vecinos fue clara: sustituir la estructura por un espacio más seguro y funcional para la comunidad.
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