Con bancas destruidas, baños deteriorados, columpios, resbaladera y otros juegos deteriorados, este lunes 6 de mayo la escuela José Daniel Carlos, del recinto Boca de las Piñas, en Daule, iniciará el año lectivo. 

EXPRESO hizo un recorrido por este plantel educativo y constató los daños en la infraestructura, que se extienden a la cancha. Los padres, aunque preocupados, temen hablar por temor a llamados de atención por parte del distrito de Educación de Daule.

"Es lo que tenemos, si evito que mi hijo estudie en este establecimiento, no tengo a dónde más llevarlo. Tocará hacer las mingas que sean necesarias para mejorar en algo en lugar, aunque me apena mucho realmente que mi pequeño deba estudiar en esas circunstancias", señaló la madre de un menor. 

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En 2004 en la administración del alcalde Pedro Salazar Barzola, en el lugar se levantó la cancha deportiva y los juegos, pero desde entonces la obra no ha recibido mantenimiento, aseguran que los padres. 

Danny Azules, padre de familia de este plantel confirmó a EXPRESO que ellos recogen dinero para pintar la escuela y el mejoramiento del plantel donde se educan sus hijos. "Las autoridades del cantón tienen conociendo de esto, pero hasta el momento nadie nos ayuda, necesitamos que el Gobierno venga y vea la situación", señaló.

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Rolando Carlos, habitantes del sector, recalcó que en estas condiciones los niños de su recinto no pueden recrearse en la cacha ni los juegos, y peor aún estudiar. 

" Desde hace más de una década hemos pedido el cerramiento de la escuela, pero todo ha quedado en promesas de las autoridades del cantón y la provincia", detalló.

Desde el pasado 3 de mayo, este Diario ha venido solicitando una entrevista con las autoridades del distrito de Educación de Daule, pero hasta la publicación de esta nota no ha sido confirmada. 

El pasado 4 de mayo, EXPRESO publicó un reportaje en el que precisamente se mostró la preocupación de los padres y de los educadores por tener que volver al aula en instalaciones educativas que están inundadas, con moho o dañadas.  Que los constantes y prolongados apagones que ha sufrido el país en las últimas semanas por la crisis de energía eléctrica, relegaron el tema del mal estado de los establecimientos, dijeron. 

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En Guayaquil, según detalló la Unión Nacional de Educadores (UNE), a través de su presidente en Guayas, Hilario Beltrán, en sectores urbano marginales como Flor de Bastión, Monte Sinaí, Balerio Estacio, Entrada de la 8, Nueva Prosperina, “que están secuestrados por la delincuencia, hay planteles que no tienen ni paredes, nada que los proteja, no tienen pisos, las aulas son prefabricadas y están a punto de caerse; allí están los problemas más grandes”.

El sector rural está peor, muchas escuelas están inundadas y otras rodeadas de maleza. Parece que las autoridades están esperando que los padres saquen de su bolsillo. 

“Nosotros realmente estamos muy preocupados por la situación de las escuelas. Conocemos que hay recursos asignados en los distritos que ya deberían estar invertidos para reparar los baños, las bancas, pintar las aulas, arreglar sobre todo las puertas para tener algo de seguridad”, agregó entonces el dirigente; que tampoco ha recibido respuestas por parte de Educación sobre las medidas que se tomarán al respecto en la provincia. 

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