Vacuna sobre mojado

Ya es hora de que todo funcione con precisión. O lo que es lo mismo, que deje de ser noticia el plan de vacunación porque todos estén haciendo bien su trabajo

Llueve en Quito y cientos de ancianos aguardan sin resguardo durante horas a la inyección que les da la esperanza de volver a su rutina sin el temor a un virus que podría matarlos como a tantos otros. Esperan pese a la lluvia. Esperan pese al enésimo error de cálculo de los gestores de la Salud. Llueve sobre mojado en el reparto de vacunas en Ecuador.

Dicen las autoridades que estos lapsus -que contrastan con otros puntos o días de vacunación sin inconvenientes y sincronizados- se deben a maniobras o decisiones de última hora mal comunicadas. Entonces, no las hagan. Está en sus manos. Todo lo que pueda alterar el plan de vacunación debe evitarse. Ya no hay más crédito en la columna de credibilidad del Gobierno ante las enormes filas de personas en estado de vulnerabilidad esperando por una vacuna. Ante las denuncias de inyecciones simuladas, de personal que permite que se salten la fila, ante directrices para que otros pasen primero, ante retrasos en la llegada de inoculaciones, ante nada, ante citas que no llegan, ante segundas dosis tardías...

Ya es hora de que todo funcione con precisión. O lo que es lo mismo, que deje de ser noticia el plan de vacunación porque todos estén haciendo bien su trabajo.