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Una radiografía real

"Sin cifras detalladas y actualizadas sobre la evolución de la epidemia en el país, difícil configurar la vía de salida y reactivación. En consecuencia, el país avanza como una armonía disonante con las 221 voces de cada cantón"

La teoría dice que los cambios o la consolidación de las medidas de restricción en cada cantón se harán conforme a unas estadísticas, facilitadas desde lo nacional con desglose local, para poder evaluar con precisión en qué estado de la epidemia se encuentra cada cantón. La práctica, en cambio, demuestra que lejos de haber una armonía y concordancia entre cada territorio, hay 221 realidades. Cada quien lleva su libreto y eso se traduce en una desconexión que conduce a la parálisis entre lo que se puede hacer o no en el país.

Aparte de una urgente mejora en aunar las voces municipales para avanzar en la superación de la pandemia y, sobre todo, para lograr una reactivación total responsable pero impostergable, es impensable que se logre este escenario si no hay cifras actualizadas. El muy escaso boletín diario es cada día más intrascendente en tanto en cuanto ya no puede ser complementado con otros datos que prometía entregar la autoridad nacional y que han quedado rezagados más de un mes. No llevar al día las estadísticas de la pandemia - o al menos, no públicamente- equivale a pretender caminar hacia una salida desconociendo la ruta que debe seguirse como país.