Todo pudo ser mejor

Que el aparato del Estado reaccione, con su presencia ante el enfrentamiento carcelario del domingo, muestra dos cosas. La primera, un cambio de estrategia. La segunda, que todo pudo haberse hecho mejor antes.

El aparato estatal existe. Hoy lo sabemos porque lo hemos visto. El nuevo conflicto violento en la cárcel de El Turi movilizó hasta el secretario de Comunicación. Fueron a territorio los ministros del ramo y el presidente se mantuvo en segundo plano. La telegestión por Twitter quedó como un complemento frente a la personificación del Estado en el lugar. El mensaje llegó al ciudadano, que vio una reacción a la altura de la gravedad del suceso, y a las bandas que se toparon con un bloque de reacción.

No se soluciona el problema con estar presente y dar la cara. Por supuesto que no. No acaba la inseguridad y el calado de las mafias en las instituciones y la sociedad. Claro que no. Pero ahora se ve que hay alguien al otro lado.

Enhorabuena por el cambio de estrategia. Lo que hace ver esto es que sí se podía haber actuado mejor en la cadena de enfrentamientos sangrientos del año pasado. Que un tuit asegurando que se dará batalla férrea al crimen organizada no servía para absolutamente nada. Que la invisibilidad de la ministra que tenía a su cargo la responsabilidad por la seguridad solo ayudó a que el miedo se esparciera. Todo pudo ser mejor. Se sabe hoy. Se vio. De lo que no se tiene idea es por qué antes no había nadie al timón.