Propósito de enmienda

No se puede vivir eternamente de la vacunación ni de la puesta en orden de cuentas. El paro nacional, en tregua por 90 días, urge a que el Gobierno ejecute cambios que evidencien su propósito de enmienda

Lo que se llamó acta de paz es en realidad una tregua de 90 días. Nada garantiza que las comunidades indígenas no vuelvan a reivindicar en las calles, con el caos y las pérdidas que conllevan sus paros nacionales, una vez transcurrido ese plazo sin muestras de reforma transversal en todo lo que Ecuador le debe a su gente.

La reivindicación indígena es la que ha gritado más alto, pero todo el país está de acuerdo en su malestar social. No están funcionando los servicios como deberían. No se ven las obras, no se ve el movimiento de recursos, no se vislumbran las posibilidades de progreso ni individuales ni a nivel país. Es urgente que el Gobierno ejecute cambios. Si interpretó la firma de la paz como una victoria, en lugar de ser consciente de que es un llamado de atención urgente a que haga propósito de enmienda; no solo que se podría reactivar el estallido sino que será una nueva oportunidad perdida para el país.

La vacunación ya pasó hace un año. Hay que seguir. Lo de poner la casa en orden, también. De nada sirve tener las cuentas claras si los servicios elementales no atienden. Si el malestar social es compartido entre los que votaron por este Gobierno y los que votaron por su rival. Deben escuchar.