De medios y trolls

Replicar sus mensajes es contribuir al bullicio.

Se acaba la campaña, se terminan los contratos, se cierra el flujo del dinero y se silencia el ruido de la polémica en las redes sociales. Vuelven los comentarios de personas. Sigue el trabajo de los medios de comunicación. Se apaga el tono de crispación y cesan los ataques vacuos, movidos exclusivamente por el pago de la candidatura de turno.

Es notable la diferencia de ambiente en el análisis y opinión entre el domingo y el lunes. Valga esta apreciación para que sirva de pista a los ciudadanos sobre cómo distinguir el grano de la paja. Cómo diferenciar la información, de la propaganda de pago que termina por ahondar, cuando no provocar, ese clima de hostilidad y de enfrentamiento entre dos posiciones ideológicas, entre una parte de la población frente a la otra que defiende justo lo contrario. No ver los matices entre esos comentarios y la cobertura periodística de unas elecciones contribuye, en parte, a esa dicotomía social que tiene hartos a los ecuatorianos, tal y como lo han trasladado a las urnas con sus votos. Si todos están cansados de la polarización, cumplan la primera regla de las redes sociales: no alimentar al troll. Replicar sus mensajes es contribuir al bullicio.