Editorial: Más allá del subsidio, una lucha integral

Como gran hazaña hemos visto incinerar las maquinarias pesadas decomisadas en operativos contra la minería informal

La eliminación del subsidio al diésel es, sin duda, un paso necesario en la dirección correcta. Como este Diario ha sostenido en repetidas ocasiones, esta medida contribuye tanto a la estabilización de las cuentas fiscales como al debilitamiento de las mafias que se beneficiaban indebidamente de estos recursos del Estado. Sin embargo, una medida trascendental como esta no puede quedar aislada. Se requiere un conjunto de acciones complementarias y contundentes para desarticular a las redes de la minería ilegal que siguen operando con impunidad en el país.

Como gran hazaña hemos visto a las autoridades incinerar las maquinarias pesadas decomisadas en operativos contra la minería informal, borrando con ello evidencias clave: ¿quién está detrás de todo esto? Hasta el momento, ninguna autoridad ha revelado el origen de esas excavadoras y retroexcavadoras, sus marcas, las casas matrices que las importaron, los distribuidores que las vendieron o los compradores que las adquirieron. Resulta incomprensible que algo tan elemental como rastrear la cadena de comercialización de maquinaria de alto costo no forme parte de la estrategia oficial. Si el Gobierno ecuatoriano pretende enfrentar realmente a las mafias de la minería ilegal, debería hacerlo con un plan que incluya trazabilidad rigurosa, pero también autoridades comprometidas con acabar con los cimientos de esta estructura delictiva.