Editorial: Una Corte necesaria

La Corte ha sabido resistir el durísimo embate de un gobierno sin filtros, ni trabas...

Mientras algunos piensan que la Corte Constitucional debe desaparecer, esta ha demostrado, con sus decisiones, que su existencia es más que necesaria en una sociedad como la ecuatoriana. Si algo tienen en común los políticos de este país, entre otros aspectos, es que se embriagan de poder muy fácilmente y creen que pueden hacer y deshacer con la Constitución y la ley cuantas veces les venga en gana. Un freno siempre es necesario.

La Corte ha sabido resistir el durísimo embate de un gobierno sin filtros, ni trabas. Uno que pasó por encima de la Constitución al desconocer la potestad de una vicepresidenta legalmente electa y queriéndola destituir con un sumario administrativo. Uno que desconoció la facultad constitucional de la Corte de pronunciarse sobre la convocatoria a una consulta para llamar o no a Asamblea Constituyente.

A esos excesos propios de los políticos ebrios de poder los magistrados están llamados a ponerles coto. La Corte no es perfecta, eso está claro. Puede tomar decisiones que a muchos gusten y a otros disgusten, pero su presencia en la institucionalidad ecuatoriana es necesaria y ya ha quedado demostrado. Sin ella, un gobierno desbocado puede pasar por encima, incluso, de los derechos de los ciudadanos.