Editorial | Reforma urgente a la gestión de tributos

Los gobiernos deben demostrar que son capaces de mejorar la gestión de cobro e inversión de cada centavo de impuestos que pagamos

El país está próximo a conocer detalles de una reforma tributaria. Los primeros lineamientos, según se ha conocido, apuntan a aliviar la carga fiscal al sector de la construcción con el fin de generar empleos, pero en un contexto de cambio, los ecuatorianos esperamos más que eso. Los gobiernos de turno aún deben demostrar que son capaces de mejorar la gestión de cobro e inversión de cada centavo de impuestos que pagamos. De eso no se dice nada, aunque sigue siendo un gran pendiente.

La expectativa, no obstante, está puesta en la forma en que el Gobierno suplirá los recursos que dejará de recibir por el sacrificio fiscal. En días en que prima la incertidumbre, circulan rumores que van desde un ajuste a las exenciones tributarias, hasta la posibilidad de que se aplique, una vez más, un tributo extraordinario a las empresas, que ahora atraviesan una etapa complicada con los gastos excesivos que deben hacer por el alto índice delictivo, tema que el Estado no ha sido capaz de resolver. Pero, ¿se está haciendo algo para seguir ampliando la base de contribuyentes? ¿Qué se hará para combatir la alta evasión? Si el nuevo régimen busca equilibrar sus ingresos, en materia tributaria tiene varios retos, que pasan por hacer respetar la institucionalidad del SRI y obligar no solo a que los contribuyentes cumplan con su deber de pago, sino lograr que aquello que se tribute sea lo justo.