Un candidato de calidad

Ecuador requiere candidatos serios que también consideren como combate a la inseguridad, a la corrupción y a las desigualdades

La calidad es importante. La premura en un proceso electoral no puede, bajo ningún justificativo, sacrificar este imprescindible factor al elegir a un candidato que puede convertirse en el timonel de los ecuatorianos para el próximo año y medio. En otras palabras, las organizaciones políticas tendrán la dificilísima tarea que siempre han debido ejecutar, pero que pocas o nulas veces hacen: escoger conscientemente a sus candidatos.

Es difícil pero no imposible encontrar rostros valiosos. Afuera hay personas sin manchas judiciales, con valores humanos destacables, con un panorama claro del país e ideas frescas para mejorarlo. Ecuador necesita de esos cuadros, capaces de ver una solución a la inseguridad que vaya más allá de salir a repartir plomo a los delincuentes, porque la violencia no se combate con violencia, sino con ideas. Que no pretendan solucionar todos los males del país en año y medio, porque eso sencillamente no es posible, sino apuntar a lo primordial para dejar un país encaminado para el siguiente presidente.

Ecuador requiere candidatos serios que también consideren como combate a la inseguridad, a la corrupción y a las desigualdades en general el que todos, empezando por ellos, paguen sus impuestos a tiempo. El resto está en manos de los votantes.