Aval para destruir

La impavidez de las instituciones de control y de los investigadores -o la esterilidad de las ciencias forenses- alimentan las amenazas de levantamientos. Si no se castigan los delitos, se incentiva que se repitan.

sí como los niños chiquitos repiten la pillería cuando se les ríe la gracia en lugar de reprenderles, destrozar una ciudad y coartar la actividad de un país será una forma de protesta que se repita tantas veces como el representante de turno tenga el capricho. Como sale gratis, como no hay sanción, como no tienen que resarcir ni enfrentar a la justicia por los daños materiales o las vejaciones a mujeres policías o el secuestro de periodistas, podrá pasar una vez y otra.

Es la impavidez de las instituciones de control y de los investigadores la que alimenta las amenazas de hoy del levantamiento. ¿Qué tipo de ciencias forenses hay en el país incapaces de determinar con evidencias el origen de un incendio y ayudar a identificar a sus responsables?

Es un aval a los desmanes que nadie haya respondido por exacerbar un reclamo social -oportuno o no- hacia una protesta incendiaria. No es un mero augurio. Es que la amenaza de levantar las calles como en octubre de 2019 es ya una muestra de lo envalentonados que pueden mostrarse los dirigentes -tengan o no el verdadero respaldo de las bases- cuando saben que su accionar no va a tener consecuencias legales o penales por más deriva penal que pueda resultar de sus convocatorias.