¿Dónde están los asambleístas?

La lucha por la seguridad incluye a todas las funciones del Estado, no solo al Ejecutivo

El desborde de la delincuencia y la brutalidad con que se comenten crímenes a diario en todo el país, principalmente en Guayaquil, parece que no mueven las fibras nerviosas de los asambleístas. Miran hacia otro lado y permanecen mudos ante la situación, pese a que la ciudadanía clama por una acción contundente que frene la inseguridad, como si no tuviesen responsabilidad y no estuviesen llamados a participar en la resolución de tan grave conflicto nacional.

Los 137 asambleístas integran la función Legislativa de Ecuador. 20 de ellos representan a Guayas, la provincia más violenta del país. Es su deber discutir, analizar, promulgar o modificar las leyes que rigen, de tal forma que garanticen el bienestar de la población. La Justicia acaba de condenar a tres años de prisión a un policía por utilizar la fuerza en defensa de un adolescente que estaba siendo asaltado, y no hay ningún pronunciamiento legislativo, ni un anuncio de que van a dar trámite a las reformas y proyectos de ley rezagados que buscan optimizar el combate a los delincuentes comunes y al crimen organizado, y acabar con la impunidad.

La lucha por la seguridad incluye a todas las funciones del Estado, no solo al Ejecutivo. La Asamblea debe actuar con premura y tramitar los cambios necesarios en los cuerpos legales.