Editoriales

Lo primero en abrir

Es urgente el retorno seguro a clases presenciales, cumpliendo las medidas de bioseguridad y con una pronta vacunación.

El 2021 es el segundo año lectivo consecutivo que no se ha desarrollado con normalidad a causa de la pandemia. La población rural y de escasos recursos no ha podido acceder a la educación online por la limitada conectividad de internet y la falta de suficientes computadoras o teléfonos inteligentes para que todos los hijos de una misma familia puedan recibir clases virtuales simultáneamente. Las consecuencias son una alta tasa de abandono escolar, baja asimilación de conocimientos y un significativo retroceso en los índices educativos del país. En el plano emocional, la falta de interacción física entre estudiantes al no haber asistencia presencial ha generado frustración, aislamiento, cambios en los hábitos de sueño y alimentación, angustia y depresión en niños y adolescentes. Por eso Unicef ha recomendado que en caso de repunte de contagios, las escuelas “sean lo último en cerrar y lo primero en abrir cuando las autoridades comiencen a suprimir restricciones”, pues “no son el principal factor de transmisión en la comunidad”. En lo económico, se han visto afectados quienes prestan servicios de transporte escolar, venta de útiles escolares y uniformes, bares, etc.

Es urgente el retorno seguro a clases presenciales, cumpliendo las medidas de bioseguridad y con una pronta vacunación.