Política podrida y Asamblea inútil

Hoy es imposible hablar de política sin vincularla a los altos niveles de corrupción, demagogia, mañoserías jurídicas, etc
La Asamblea (nombrada así por los robolucionarios) es el parlamento clásico. Órgano que reúne a los representantes de la sociedad en uno de los poderes del Estado: el Legislativo. Tiene dos únicas funciones: legislar y fiscalizar. Nació de las conquistas de las revoluciones inglesa (1680), norteamericana (1776) y francesa (1789). Creadas por parlamentarios democráticos, racionalmente cuerdos, psicológicamente normales y jurídicamente capaces. La actual parece unas veces antro de analfabetos, esquina arrabalera y muchas, centro de corrupción. En ella y en otros poderes están los autores y activistas de la "pudrición" política, ética y moral.
El título del artículo salió de lo que dicen-hacen los asambleístas y los políticos. En conjunto "pudren" la política. Su historia es de continua descomposición de todo orden. Hoy es imposible hablar de política sin vincularla a los altos niveles de corrupción, demagogia, mañoserías jurídicas, etc. Esto tiene hondas raíces en ellos. Actualmente no hay evento político en que no estén implicados líderes, dirigentes, diputados, alcaldes y muchos "representantes del pueblo". Esto se profundiza y generaliza porque sus electores no han asumido el rol de ciudadanos activos, críticos, de pedirle cuentas, capaces de sancionarlos y llevarlos a los tribunales. Los de arriba y abajo perfeccionan sus mañas para podrir la política a niveles insólitos. Escriben y hablan con espantosa falta de ortografía. No solo tienen altos niveles de corrupción sino también analfabetismo e ignorancia de las normas jurídicas elementales. La decisión corrupta, cínica y desvergonzada de otorgar indultos a sus amigos es la prueba fehaciente de su estructura moral, mental e incapacidad, de pensamiento elemental y suprema impudicia. La ciudadanía quiteña ve atónita cómo su ciudad fue destruida mientras los delincuentes, criminales terroristas, incendiarios y ladrones son perdonados. Toda esa barbarie de octubre de 2019 se da como no sucedida. Lo peor que se le puede pedir a la sociedad es amnesia. Pero eso fue lo que decidieron esos inútiles que dicen representar al pueblo, y este se pregunta si debe ir con escobas, insecticida y detergente a lavar el deshonor, podredumbre y hediondez que hay en la Asamblea.