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1820-1822: Guayaquil, Bolívar y San Martín

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Ser veraz en el relato de ese hecho no hace daño, pues educa la memoria histórica

El relato historiográfico tradicional está lleno de olvido y omisiones, traiciona la memoria histórica, la recorta y la acomoda a su provecho. Se da en el bienio 1820-1822, que lo reposiciona por interés agrediendo la memoria histórico-social. Lo hace un quiteñocentrismo ideológico que manipula la idea falsa y ocultadora: “Guayaquil no fue parte del bienio transformador que venció en Pichincha en mayo de 1822”. Pero la realidad dice lo contrario. Solo con un ejercicio de memoria crítica y analítica podemos comprender la verdad de ese hecho. Si no lo hacemos, el dogmatismo seguirá con el cometido de continuar ese relato que excluye la importante participación de Guayaquil en Pichincha, y además como centro de la disputa de Bolívar y San Martín, pues la historia siempre se reescribe en cada momento y tiempo porque las narrativas dominantes pueden silenciar-excluir verdades que no se deben ignorar en el bicentenario. Uno de esos aspectos es precisamente la incomodad que les produce a algunos historiadores estatistas y centroandinos el rol que jugó Guayaquil en esos dos eventos históricos que se dieron en mayo y julio de ese año. Por eso defender la memoria social es una tarea ideológica, cívica, política e historiográfica.

El relato tradicional tiene graves y grandes “omisiones-olvidos” de varios actores. Por ej., Guayaquil es un colectivo negado, pues de octubre/1820 a mayo/1822 la provincia libre fue el eje básico del proceso político-militar. Se ha impuesto la idea de reconocer-valorar solo un liderazgo, omitiendo al actor colectivo: Guayaquil. Esa crónica solo glorifica dos personajes: Bolívar y Sucre, y lo anecdótico de Abdón Calderón. Pero silencia la participación de líderes como San Martín (presente-ausente), el Gral. Santa Cruz, La Mar, Lavalle, etc. Incluso distorsiona la idea del ejército patriota que vence en el Pichincha. La evidencia histórica señala que esa victoria militar sobre los españoles fue realizada por un colectivo nacional, multinacional y multiétnico, que contó con el aporte de chilenos, argentinos, peruanos, colombianos, venezolanos, románticos militares extranjeros y hasta mercenarios europeos. Ser veraz en el relato de ese hecho no hace daño, pues educa la memoria histórica.