Los “tríos” no funcionan

A diferencia del Oráculo de Delfos, que no rinde cuentas a nadie en Ecuador- en EE.UU. se encuentra sometida al control político del Congreso
Una vez más vimos tirándose la pelotita entre ellos, a las máximas autoridades de ese engendro de tres cabezas llamado justicia. Unos, haciendo política descaradamente para cooptar el Consejo de la Judicatura poniendo un correísta. Otros, diciendo que ellos no pueden hacer nada para arreglar sus trafasías, como la tremenda corte.
Y lo cierto es que la justicia es un asco. A diferencia de EE. UU., donde uno de los implicados en el caso Isspol acaba de ser condenado. Es que allá la justicia -con una sola cabeza, la Corte Suprema- sí funciona.
Y por esa razón la Función Ejecutiva -que no tiene a quien tirarle la pelotita- opera con una sola cabeza que es el presidente. A él exigimos que nos rinda cuentas. La consecuencia es evidente: los “tríos” no funcionan porque la responsabilidad política se diluye. Todos se tiran la pelotita entre sí. Hay que corregir el sistema. Y no con pañitos de agua tibia, sino volviendo a lo que tuvimos durante casi 200 años de historia, antes de que las novelerías de ciertos tontos ilustrados lo dañara. Desde que allá por 1830, copiamos el presidencialismo norteamericano con una sola cabeza de la Función Judicial, llamada Corte Suprema.
A diferencia del Oráculo de Delfos, que no rinde cuentas a nadie en Ecuador- en EE.UU. se encuentra sometida al control político del Congreso. Eso impide que ‘se les pase la mano’. Por eso allá, la Corte Suprema no se atreve a ‘hacer decir’ a la Constitución lo contrario de lo que dice. Sabe que será llamada al orden por el único poder capaz de hacerle contrapeso en el sistema presidencial: el Poder Legislativo.
La teoría de Loewenstein es la más respetada de la historia, precisamente por su aporte al análisis del poder: enseña que tan importante como el ejercicio del mismo, es el control sobre este, para evitar que se torne ilimitado, como el monstruoso poder que le hemos conferido a la Corte Constitucional en este país.
Ya está clara la estupidez de haberlo “constitucionalizado” todo.
O sometemos el poder constitucional a alguna forma de control… o habrá que pedirle a alguien “dénos administrando justicia, vea”.