Columnas

Misión Ternura II

'Para resurgir de las cenizas, Ecuador necesita una nueva Constitución'.

“Reguero de cadáveres en las calles de Ecuador” reza un titular. Mientras esto sucede, intentan comprar en el IESS las mascarillas sanitarias en 12 dólares, cuando el precio es de tan solo $ 1,50. Además de pillos, desalmados. Tanto, que somos capaces de robar las pertenencias y de vaciar la cuenta de un moribundo, mientras este agoniza en un hospital público, entregado hace rato a una gavilla de delincuentes que lucran con la salud del pueblo.

Qué feo decirlo, pero el ratero belga no es el único. Si, ya sé. No somos todos. Tanto en el gobierno como en la sociedad hay gente decente. De acuerdo. Solo que esos no son quienes hacen las compras públicas ni los que deciden quién recobra la libertad luego de delinquir. Porque aquí -país de locos- los delincuentes están en la calle y no en la cárcel.

Es que -cuando la Constitución “garantista” del pillo belga dispone “ …(el) juez aplicará de forma prioritaria…medidas…alternativas a la privación de libertad…”-, ahí es cuando se abre la caja de Pandora. Porque ese es el momento en el cual el sistema penal se torna en un émulo del plan “Misión ternura” de la presidencia, dándole la herramienta a una sarta de pillos con el título de jueces, para que protejan a los ladrones y no a nosotros. “Garantismo” se llama.

El que le asestó 17 puñaladas a Ricardo Camacho fue puesto en libertad al día siguiente con el risible argumento de que las puñaladas “no comprometían órganos vitales”. Increíble.

Es que aplican el principio “pro-homine” (los hómines son ellos mismos y sus cuentas corrientes) y el principio de “favorabilidad” (les hacen el favor de soltarlos, previo pago).

Así los pillos salen de la cárcel en nuestras narices y son puestos en “arresto domiciliario” en las mismas mansiones compradas con la plata que nos robaron. Mr. Fifagate es un buen ejemplo. Desde su casa, enseña a usar mascarillas por redes sociales. Pregunta tonta: ¿es tan difícil intervenir las cuentas de los jueces y chequear sus bienes para ver quienes son los que roban?

Para resurgir de las cenizas, Ecuador necesita una nueva Constitución. No es posible sin ella.