Columnas

Mejor preparados

¿En el país todas las noticias son malas? No, hoy estamos mejor preparados para una crisis.

A inicios de abril, cuando la situación sanitaria se complicaba en Guayaquil y era evidente que el confinamiento se extendería, quienes trabajábamos en alimentación humanitaria empezamos a barajar opciones para extender el rango de acción en lo geográfico, y profundizar la asistencia en sectores urbanos que nos era cada vez más complicado alcanzar por razones de seguridad sanitaria y física. Por entonces trasladábamos donaciones de kits de alimentos y en muchos casos comida no perecedera. Estábamos conscientes de que si el confinamiento se extendía por meses, un despliegue que no alimente con frutas, vegetales frescos, proteínas variadas, etc., no era sostenible.

La no sostenibilidad implicaba la destrucción del cerco sanitario, y en el peor escenario una fractura en la seguridad pública y la paz social. Fue entonces cuando concluimos que se podría entregar alimentos utilizando la infraestructura del sistema bancario, pero evitando entregar dinero a las personas (tipo bono solidario), pues aquello genera el efecto económico de los ingresos súbitos, y el uso de los recursos podría no ser eficiente para propósitos alimentarios.

Se nos ocurrió entonces transformar el concepto para crear una plataforma que traslade a quien lo necesite “derechos de recepción de alimentos”. Con ello, las familias vulnerables recibirían un mensaje en su celular donde se les comunicaría la posibilidad de recibir los alimentos que ellas escogerían, según sus necesidades, en el sistema social y solidario (tiendas de barrio), así como en las cadenas de supermercados.

Tocamos puertas de varias entidades y el Banco del Pacífico nos las abrió. Muy pronto se puso a trabajar un equipo de jóvenes talentosos del Pacífico, el Banco de Alimentos Diakonía, una cadena de supermercados y la coordinación de un compañero del colegio, para luego de 8 semanas tener lista una plataforma que hoy podría trasladar alimentos a 3 millones de personas en un día, casi 15 veces más de lo que hicimos en el momento más crítico.

¿En el país todas las noticias son malas? No, hoy estamos mejor preparados para una crisis.