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Martin Pallares | Roberto Cuero se esfuerza para ser sospechoso

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¿Están curándose en salud como el marido infiel que le dice a su esposa te van a llegar unas fotos pero ese no soy yo?

Parece que no se ha pensado lo suficiente sobre la real dimensión de los recientes gestos del correísmo con el tema del asesinato de Fernando Villavicencio. Son delirantes. Primero, la aparición de Roberto Cuero anunciando que ha presentado un recurso de acceso a la información para que el Ministerio del Interior le entregue lo que sabe. Horas más tarde salió un comunicado del movimiento advirtiendo que aparecerán unos chats entre Cuero y Ronny Aleaga con los que se intentará perjudicarlos en la segunda vuelta y sugiriendo que el contenido está relacionado con el crimen. Ambos, es decir Cuero y la Revolución Ciudadana, afirman sin tapujos que quienes mataron a Villavicencio lo hicieron para perjudicarlos en la primera vuelta y que no dudarán en “inventar cualquier historia” en la segunda. No es poca cosa: están tratando de posicionar la idea de que si en el proceso aparecen los chats, quienes han estado investigando el crimen son los asesinos.

A esto hay que añadir las declaraciones de Paola Cabezas en las que afirma que la información de los chats se las dieron policías que, según ella, no están contaminados por los autores del crimen. Ergo, los otros policías están involucrados en el crimen.

Todo esto es abismal. En el caso del pedido de Cuero, ¿qué mente puede conciliar con la idea de que la información de una investigación previa sobre un asesinato pueda ser entregada así como así? Es estúpido lo que pide: cualquier criminal podría solicitar la información para saber si es investigado y poner pies en polvorosa.

Luego está lo del comunicado de la RC y lo de Cabezas. ¿Están curándose en salud como el marido infiel que le dice a su esposa te van a llegar unas fotos pero ese no soy yo? Difícil creer que sean tan brutos para que salgan con esto con la idea de reanimar la campaña de Luisa González: lo único que han hecho es reanimar la sospecha, quizá injusta, que la gente tiene sobre su responsabilidad. Cuero es abogado y sabe que el recurso de acceso a la información que está pidiendo no existe. Aleaga, por su lado, no ha dicho ni pío y desde agosto no ha puesto ni un solo mensaje en sus redes. Además, ambos fueron denunciados por Villavicencio de estar tramando un atentado en su contra. Si hay sospechas sobre ellos es porque hacen su mejor esfuerzo.