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Acción de Gracias

"El Leviatán no solo debe domesticarlo, sino que también forzar la cacareada justicia social, que no es sino un eufemismo para justificar el robo al producto de nuestro esfuerzo"

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"En mi opinión, el Día de Acción de Gracias es una maravillosa representación de lo mejor de nuestra humanidad".expreso

Este jueves 26 de noviembre se celebró la fiesta americana conocida como Thanksgiving o el Día de Acción de Gracias. Su origen se remonta a 1621 en Plymouth, Massachusetts, donde inmigrantes ingleses llamados “peregrinos” habían llegado a América desde Holanda en la mítica embarcación Mayflower. Luego de haber sufrido hambrunas y muerte, los peregrinos lograron finalmente tener su primera cosecha y en acción de gracias por ella invitarían a sus vecinos -indios americanos- a cenar juntos pavos, gansos y calabazas. Sería el presidente Abraham Lincoln quien institucionalizaría el tradicional Día de Acción de Gracias los cuartos jueves de noviembre, donde hoy no solo se comparte una cena, sino que también se agradece por todo lo que se considera valioso en la vida.

Por circunstancias personales me ha tocado pasar algunos días de Acción de Gracias en los Estados Unidos. Cuando estudiaba en Boston recuerdo que mis vecinos nos invitaban a algunos estudiantes universitarios internacionales a cenar con ellos. Mientras mis hijos estudiaron en Estados Unidos, pasábamos también siempre juntos, celebraciones que recuerdo con alegría y nostalgia. Este año me tocó pasarlo en California, alejado de mi familia y con personas relativamente extrañas, y como siempre disfruté mucho la cena, pues a pesar de haber sido relativamente austera, resultó ser muy emotiva.

El filósofo escocés y padre de la economía liberal clásica Adam Smith, célebre por su libro La riqueza de las naciones, había escrito antes, en 1759, su libro la Teoría de los sentimientos morales, donde sostiene que el hombre es en su esencia bueno. Describe una visión positiva de la humanidad, a diferencia del enfoque negativo hobbsiano, donde el ‘homo homini lupus’ o donde “el hombre es lobo del hombre”.

Les dejo al discernimiento de cada uno cuál sería la visión más cercana a la realidad, sin embargo, pensaría que el ideal liberal tendería a coincidir con Smith y el ideal socialista tendería a coincidir con Hobbes. El liberalismo -como Smith- considera que el individuo contribuye con la sociedad al buscar su propio bienestar además de ser generoso y solidario por ‘motu proprio’. A ‘contrario sensu’, el socialismo considera que el hombre es lo más cercano a una bestia, que incontrolado resulta salvaje. Por consiguiente, el Leviatán no solo debe domesticarlo, sino también forzar la cacareada justicia social, que no es sino un eufemismo para justificar el robo al producto de nuestro esfuerzo.

En mi opinión, el Día de Acción de Gracias es una maravillosa representación de lo mejor de nuestra humanidad. Es aquella actitud que nos lleva a preocuparnos por los demás y a, con generosidad, meternos la mano al bolsillo, al nuestro y no al ajeno, sin esperar retribución. Una apología de ese Homo Deus harariano que no podría expresarla mejor Adam Smith en la primera oración de su Teoría de los sentimientos morales: “Por más egoísta que quiera suponerse al hombre, evidentemente hay algunos elementos de su naturaleza que lo hacen interesarse en la suerte de los otros, de tal modo que la felicidad de estos le es necesaria, aunque de ello nada obtenga, a no ser el placer de presenciarla”.

¡Hasta la próxima!